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La visita de los campeones argentinos a la isla de Gran Canaria (España)

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La tournée de los argentinos «Gimnasia y Esgrima»

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Corría el mes de enero de 1931 cuando desembarcaba en nuestro Puerto de La luz, la Delegación deportiva enviada a Europa, el equipo campeón de la Argentina, «Gimnasia y Esgrima», de La Plata. Dicha embajada, serían nuestros huéspedes. En nuestro «terruño» jugaron cinco encuentros. Hoy vamos a reseñarles el primero de ellos.

—oOo—

Domingo, 11 de enero de 1931

AMISTOSO INTERNACIONAL

GIMNASIA Y ESGRIMA

MARINO .C.

Dosis de ensueños, emotividad, carácter, ilusión, fantasía, pasión, y… cuantos otros «ingredientes» o «regates» se quieran introducir en la coctelera para la jornada deportiva de hoy

El Gimnasia y Esgrima, vence al Marino F. C.

escudo

3 – 2. El Stadium. Con motivo del encuentro de fútbol concertado entre el Gimnasia y Esgrima, de La Plata, República Argentina y el Marino F. C., subcampeón de Gran Canaria, presentaba el Campo de Deportes España, uno de sus habituales aspectos, en días de gran solemnidad balompédica.

La gradería «popular», salvo algunos claros, se encontraba abarrotada de público, lo propio ocurría con la «universitaria», y en las sillas de pista, palcos, preferencia y otros sectores del campo, el público ocupaba asientos en gran número.

El interés que había despertado el encuentro era grande. Y se justificaba sobradamente. El equipo forastero había triunfado en Madrid y Barcelona, frente a fuertes cuadros de reconocida valía y ello era aliciente principalísimo para que el debut del equipo argentino, arrastrara al Campo de Deportes España aquella formidable masa de aficionados al noble deporte.

Antes de comenzar. Flotaba en el ambiente la impaciencia que se había apoderado de todos los que nos encontrábamos en el campo, y los comentarios y augurios sobre el resultado del encuentro eran muchos y variados.

Los equipos en la cancha. A las tres y veinticinco minutos irrumpió en la cancha el Gimnasia-Esgrima, que es recibido con una prolongada salva de aplausos, a los que contestan los homenajeados con los ¡hurras! de rigor. Momentos después aparecen los subcampeones, repitiéndose la ovación.

El árbitro. De común acuerdo entre los directivos de ambos clubes, es designado para arbitrar el encuentro el colegiado don Ambrosio Díaz Casanova, uno de los más competentes de nuestro Colegio.

Sorteo del campo y entrega de un banderín. Verificado el correspondiente sorteo del campo eligen puerta los forasteros, que optan por la del poniente, y Guerra, hace entrega al capitán forastero de un artístico banderín con los colores populares.

Y entre los ¡hurras! de los azules y los aplausos del público, los jugadores pasan a ocupar sus puestos respectivos.

Alineación de los equipos. Los «onces» contendientes se alinearon así:

Gimnasia-Esgrima: Bottasso; Di Giano, Tarrio; Chalú, Minella, Belli; Curell, Arrillaga, Díaz, Demaría y Morgada,

Marino: Aparicio; Matías, Guerra; Del Pino, González, Rodríguez; Victorio, Sosa, Domingo, Toledo y Sosa II

Comienza el partido. A las tres y treinta en punto Domingo pone en juego el balón y la delantera azul, en rápido avance, se desborda hacia la portería forastera, falla Tarrio, en la defensa y Victorio se cuela limpiamente, centra un balón muy pegado al marco, interviene Bottasso y la jugada degenera en un córner, que Toledo envía fuera del campo por encima de las mallas. El público deja oír sus primeros aplausos.

Seguidamente una nueva arrancada de los populares degenera en otro córner, que saca Rodríguez y que Minella se encarga de alejar.

El referee corta el juego impetuoso de los subcampeones pitando varios «fauts».

A un fallo de Guerra, el ala derecha forastera se interna en los terrenos del goal y Aparicio interviene con gran soltura deteniendo un balón que le sirve Arrillaga.

Una jugada espeluznante. El esférico desde la tripleta central popular, pasa a los pies de Toledo, que lo cede, con mucha rapidez a Victorio, corre éste la línea, centra de manera admirable y Sosa I, mete la cabeza, besando el balón el larguero.

La ovación, premiando la bonita jugada, es atronadora.

A continuación un chut de Arrillaga, origina un córner en la puerta popular, que es tirado sin consecuencias.

El primer «goal». Corresponde el honor de hacer funcionar por primera vez el marcador a los de casa y en la siguiente forma:

La línea de ataque azul y en vistoso avance llega a las mallas encomendadas a Bottasso, sin que pudieran impedirlo medios y defensas forasteros, a pesar de los esfuerzos realizados y a un centro de Victorio, templado, matemático, enorme, Toledo remata a «goal» fuertemente, perforando la puerta de los campeones argentinos.

Han transcurrido dieciocho minutos de juego y la ovación que suena en el campo dura largo tiempo.

Otro córner y el empate. Demaría chuta a «goal» y Aparicio detiene el balón a duras penas. Se castiga con otro córner el marco de los campeones argentinos, que es sacado por Victorio y va fuera, empujado el balón por el viento y, poco después, Casanova anula un precioso avance de los blanquinegros por «off-side» marcadísimo de Curell.

Y a los veinticinco minutos de juego Díaz, el excelente delantero centro del Gimnasia-Esgrima, obtiene de forma espléndida el empate aprovechando un pase de Curell.

Dos córners más y… final del primer tiempo. Como cosa más importante anotamos a continuación un chut de Domingo, que muere en las manos de Bottasso. Un córner contra el Marino, que saca Curell, algo abierto y que Toledo aleja. Los repetidos fallos de Del Pino y la actuación francamente mala de González, que motiva peligrosas coladas de los forasteros es causa de que nuestros defensas tengan que multiplicarse en sus puestos, especialmente Guerra, y por último, un córner contra el Marino, por el ala derecha que Toledo se encarga también de alejar.

El segundo tiempo. Apenas comenzado los forasteros atacan una y otra vez, promoviendo momentos de verdadero peligro ante el marco defendido por Aparicio, ataque que se prolongan y que son causa de que se tiren dos córners seguidos contra los azules, uno de ellos por despeje apretadísimo del meta popular.

El silbato del «referee» señala poco después la propia falta en los terrenos de nuestros adversarios y tirado por Rodríguez, Minella se encarga de despejar, alejando todo peligro.

Hay aplausos prolongados para un tiro de Domingo, que recoge Bottasso y la defensa azul se luce una y otra vez en sus continuas intervenciones.

Un córner que degenera en «goal». Victorio saca con poco acierto un córner contra los forasteros. Anotamos un buen tiro de Arrillaga, que Aparicio lanza por encima del larguero, salvando un tanto seguro y sacado por Morgada, lo remata Díaz de cabeza, muriendo el balón dentro de las mallas populares.

Han transcurrido veinte minutos de la segunda parte.

El tercer «goal» de los argentinos. A continuación se tira otro córner contra el Gimnasia-Esgrima. Avanza luego, rápido, el quinteto atacante forastero y un chut de Arrillaga, desde lejos, no esperado por Aparicio, sorprende la buena fe de éste y se cuela por la portería como Pedro por su casa. Fue una verdadera sorpresa para todos en general.

Este tanto se lo apuntaron los argentinos tres minutos después del segundo.

El segundo «goal» del Marino y final del partido. A una salida inoportuna del meta forastero, los populares están a punto de conseguir un goal. Se tira luego un córner contra el Marino, sin que provocara algo que mereciera la pena de anotarse y cinco minutos antes de finalizar el partido Sosa I, aprovechando un centro de Victorio, bate brillantemente a Bottasso.

Después, sólo muchos deseos de empatar por parte de los azules y no pocos de los argentinos por conservar la victoria.

Impresión final. La impresión que nos ha producido el Gimnasia-Esgrima, no puede ser mejor.

Es un once en que sus componentes obedecen a una técnica de juego, de positivos resultados. Observan una colocación excelente, pasan con soltura al compañero, sin regateos inútiles, con conocimiento de causa y en el ataque mantienen un acoplamiento perfecto. Ante el marco, su serenidad es desconcertante y extraña para nosotros. De ahí – nuestro juicio – que su juego rinda tanto provecho. Este equipo nos va a dar muchos disgustos, si la cosa no se enmienda.

De los componentes del once forastero brillaron con luz propia Minella, Arrillaga y Morgada, sin que esto quiera decir que el resto no valga. Si algo flaqueó fue la defensa, y en el primer tiempo tan solo, pues en el segundo estuvo admirable.

El Marino, mereció perder y perdió. Ha sido una de las tardes en que peor se ha desenvuelto en el campo. Salvo los quince o veinte minutos primeros, en todo lo demás no dio pie con bola.

El arbitraje de Casanova inteligente e imparcial.

Manuel Navarro Tejera es autor de la página «Historia del fútbol canario» www.historiadelfutbolcanario.es

Agradecimientos a Ángelo Clerici, Ricardo Gorosito, Patricio Minig y Jorge Gallego por su colaboración.

Publicado en: General