RESUMEN:

Artículo biográfico sobre César Rodríguez, con especial incidencia en su etapa como entrenador del FC Barcelona

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ABSTRACT:

Keywords: César, Coaches, History, Football, FC Barcelona

Biographical article about César Rodríguez, with special focus on his coaching tenure at FC Barcelona

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César Rodríguez: la gran oportunidad del pelucas (1963-1964). Primera parte

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CesarRodriguez01César vuelve a casa. César Rodríguez, tras aquella fallida intentona para recuperarle como secretario técnico -o algo similar- en las postrimerías de la temporada 59-60, inmediatamente después de la marcha de Helenio Herrera, retorna a su Barça, al equipo a cuya disciplina había pertenecido durante diez y seis años, de 1939 a 1955, los mejores de su vida como gran futbolista. Y no lo hace sólo gracias a su leyenda de vieja gloria, sino en virtud de una corta pero exitosa trayectoria como entrenador. Para quien no conozca demasiado de un delantero que hizo historia en los años de nuestra Posguerra, vayan por delante algunos datos que nos servirán para situar mejor al personaje.

César Rodríguez Álvarez va a nacer en León el 6 de julio de 1920, en una familia trabajadora pero de posición desahogada. Su padre poseía una fundición en la capital leonesa, y a pesar de no gustarle el fútbol, engendrará a tres hijos que se calzarán las botas de tacos, llegando dos de ellos a Primera División. Porque junto a César van a estar Ricardo, Calo, que acompañará a su hermano menor en el Barça como jugador durante seis temporadas, entre los años 1944 y 1950, y también Severino. Todos ellos, en algún momento, defenderán los colores de la Cultural y Deportiva Leonesa.

El futuro Pelucas comenzó dándole al balón en el equipo del Frente de Juventudes de su ciudad natal, de donde va a ficharle el Barça por la irrisoria cantidad de 600 pesetas. Claro que sólo se trataba de una promesa, recién superada la edad juvenil, y tampoco el país estaba para muchos gastos, pues acababa de finalizar una larga, sangrienta y devastadora guerra civil. En su primera temporada como barcelonista el joven César jugará muy poco, tan sólo algunos partidos del Campeonato de Cataluña, competición que iba a finalizar su andadura precisamente en esa campaña 1939-40, siendo cedido para ir fogueándose, primero al C.D. Sabadell, y más tarde -y con motivo de su destino en el servicio militar- al Granada.

A la vera de la Alhambra permanecerá durante dos temporadas. En la primera logrará el ascenso a la máxima categoría con el cuadro nazarí, y en la segunda, la 41-42, va a completar una excelente trayectoria, terminando como segundo máximo goleador del campeonato con 26 tantos, a sólo uno del Pichichi Mundo, en el eje de una delantera en la que formaban junto a él los Marín, Trompi, Bachiller y Liz. Lógicamente el Barça-un Barça en horas bajas, pues a pesar de conquistar el título de Copa se va a ver obligado a disputar la promoción para asegurarse la permanencia en la élite del fútbol español -se apresura a repescarle, aunque en las filas azulgranas, y durante unas cuantas campañas, jugará como interior, ya que el impetuoso Mariano Martín era quien ocupaba entonces la demarcación de delantero centro.

Con un físico nada deslumbrante -medía 1,72 y pesaba algo menos de 70 kilos, César va a convertirse en uno de los mejores arietes de su generación, sin necesidad de poseer la recia complexión de los Campanal, Mundo, Mariano Martín, Araujo  o Zarra. Era un excepcional rematador de cabeza, sobre todo cuando los balones se los centraba milimétricamente medidos su compañero Estanislau Basora, con quien estableció una larga y fructífera sociedad, pero asimismo disparaba muy bien con ambas piernas, y sabía resolver las meleés dentro del área a base de  certeros punterazos. Además, poseía una depurada técnica con el balón en los pies, y era sumamente trabajador. Un futbolista completo, en una palabra. Durante años fue la máxima estrella del Barça, y su mejor goleador, hasta la llegada de Ladislao Kubala, y tan sólo la coincidencia en el tiempo con el mítico Telmo Zarra, y el escaso número de compromisos entre selecciones que entonces se disputaban, le impidieron sumar más de 12 internacionalidades, privándole, por ejemplo, de alinearse en el Mundial brasileño del 50, donde fue suplente.

En la temporada 54-55, ya con 34 años cumplidos y muy pocos cabellos en su cabeza, posiblemente de tanto utilizarla para rematar, el técnico italiano Sandro Puppo va a prescindir de sus servicios, lo que le lleva  incluso a jugar algunos partidos con la S.D. España Industrial, el filial barcelonista, en Segunda División. En total vestiría la camiseta del Barça en 433 ocasiones, anotando la friolera de 294 goles, 232 de ellos en encuentros oficiales, lo que le valió ser el mayor artillero azulgrana durante prácticamente medio siglo hasta casi ayer mismo, marzo de 2012, cuando Lionel Messi le da alcance antes de cumplir  los 25 años, estableciendo el argentino unas marcas que van a ser muy difíciles de superar.

A continuación, de cara a la temporada 55-56,  César volvería a su tierra, para reforzar a la Cultural Leonesa en su primera y hasta ahora única experiencia en la élite, donde se reencontraría con su hermano mayor Calo (va a ser el primer goleador de sus paisanos en la División de Honor, al igual que antes lo fuera con el Granada). Y tras una breve estancia en el Perpignan francés, retorna a España para enrolarse en las filas de un modesto club de Tercera División, el Elche, que de su mano, y en calidad de jugador-entrenador, ascendería en el curso de dos vertiginosas campañas hasta la máxima categoría. Actuando en la demarcación de central-donde ya había jugado en alguna ocasión con el Barça-, el leonés va a colgar las botas vestido de verdiblanco con casi 40 años de edad.

CesarRodriguez02Su brillante trayectoria no podía pasar desapercibida, y el Real Zaragoza -que deseaba consolidarse en Primera y brillar como le correspondía al equipo  representativo de la capital aragonesa- va a llamar a su puerta en 1960, al no prosperar su fichaje con el Barcelona. A orillas del Ebro, y recién llegado, Cesar conseguirá  la proeza de clasificar a los de «La Romareda» en el tercer puesto del Campeonato Nacional de Liga. En los años siguientes continuaría flirteando con las alturas de la tabla, y en 1963 llevará al club maño a su primera final de Copa. El partido se disputa en el «Camp Nou», contra un Barça muy necesitado de títulos pero también indiscutiblemente más experimentado en esas lides,  y por ende al amparo de su público, pero la derrota no va a constituir ningún drama para los zaragocistas, que estaban gestando un gran equipo – al que tan sólo le faltaba la incorporación del brasileño Canario para completar una delantera de ensueño-, y los triunfos no se harían esperar.

REGRESO A CAN BARÇA

Pero esos días de gloria llegarán ya sin César en el banquillo. El Barça, como ayer el Zaragoza, llama también a la puerta del leonés, y el entrañable Pelucas no se lo va a pensar dos veces, pues no en balde había pronunciado una frase inequívoca acerca de sus más íntimos deseos: “Al Barcelona iría hasta de conserje”. Con ello quería expresar su gran amor hacia la entidad donde había alcanzado sus mayores éxitos deportivos, pero Llaudet le tenía reservado un cargo de bastante más enjundia que una simple conserjería: ejercer la dirección técnica de una plantilla que, si bien acababa de proclamarse campeona de Copa, arrastraba indudables carencias. Los ases de los años 50 se habían marchado ya-o enfilaban el ocaso-, y las jóvenes promesas no parecían estar aun en condiciones de tomar su relevo con las debidas garantías. Además, en Caja no había – literalmente-ni un duro.

El Barça y César se comprometieron de algún modo antes de disputarse la final de Copa entre catalanes y aragoneses, un partido que, curiosamente, jamás habían ganado los azulgranas mientras el leonés ocupaba el banquillo zaragocista. Pero su firma no va a ser inmediata, porque a la breve gira por Argentina y Uruguay que ponía el colofón a la temporada 62-63 acudiría aun Pepe Gonzalvo en calidad de responsable técnico. El Mundo Deportivo, en su edición del 6 de julio de 1963, anunciaba que «Cesar firmará hoy el contrato de entrenador con el Barcelona». Y añadía que un delegado del club blaugrana se había trasladado a León a tal efecto. El presidente Llaudet ya había manifestado con anterioridad su interés por hacerse con los servicios del Divino Calvo, interés que reiteraría en la cena subsiguiente a la final de Copa, donde hablaron de ello los máximos mandatarios de Barça y Zaragoza.

En su entrevista con el directivo catalán señor Sabater (sic), Cesar le expresa que «deseaba asumir toda la responsabilidad como entrenador, lo que entrañaba la correspondiente capacidad de maniobra». No va a poner condiciones económicas (es decir, lo que se conocía como firmar en blanco), rechazando ofertas de Portugal (Benfica y Sporting). Añade que a su juicio el Barça cuenta con un excelente cuadro de jugadores, por lo cual de momento no se necesita fichaje alguno, pues opina que todos tienen la suficiente calidad como para formar un once que pueda aspirar a todo.

El día 10 de julio de 1963 El Mundo Deportivo publica en primera plana la siguiente nota del club azulgrana: «El consejo Directivo del C. de F. Barcelona se complace en poner en conocimiento de sus asociados y simpatizantes que en el día de hoy ha suscrito contrato por un año, renovable, como entrenador del cuadro de jugadores profesionales de este club, nuestro ex jugador don César Rodríguez Álvarez». De esa forma se desmienten los rumores según los cuales Llaudet había desistido de la contratación de César. El 12 de julio el Barça regresa a la Ciudad Condal de su minigira sudamericana. Comienzan las vacaciones. Se informa que los entrenamientos se reanudarán el 5 de agosto.

El 26 de julio César afirma en las páginas de El Mundo Deportivo que únicamente fichará por un año con el Barcelona, y que no aceptará compartir la responsabilidad con un secretario técnico. Son declaraciones realizadas en la localidad burgalesa de Aranda de Duero, de camino de León a Barcelona, hechas al corresponsal de la agencia «Alfil», acompañado de su esposa Emma y su hermano Calo. El Pelucas se dirige a Barcelona para firmar su contrato, y desmiente que ya lo haya hecho, pues hasta ese momento tan sólo tenía un compromiso verbal con el club azulgrana. Añade que todavía no habían hablado nada de dinero, y que sólo firmaría por una temporada, como era su costumbre, después «ya veríamos…» Define el ser preparador del Barça como «la mayor satisfacción de su vida», ya que lo lleva muy dentro y lo quiere como cosa propia, y al estar de acuerdo en lo deportivo, lo económico no constituirá ningún obstáculo. Dice que se quedará con 25 jugadores. Habrá bajas, pero no sabe nada de fichajes, aunque cree que no llegará ningún extranjero, y pueden irse Villaverde y Cubilla. Considera que la temporada será exigente, y espera el máximo rendimiento de la plantilla y el total apoyo de la afición y la directiva, concluyendo que trabajará con el mayor entusiasmo, y todo eso unido hará que el Barcelona conquiste grandes laureles.

El domingo 28 de julio, en la localidad gerundense de S´Agaró, en plena Costa Brava, César va a firmar contrato por un año con el Barcelona, y ya es oficialmente su nuevo entrenador. Insiste en su deseo de no aceptar interferencias del secretario técnico, y avanza que los entrenamientos comenzarán el lunes 5 de agosto para los jugadores que no se habían desplazado a América, y una semana más tarde, el día 12, para el resto de la plantilla. El equipo tomará parte por tercer año consecutivo en el Trofeo «Carranza» gaditano, y en los primeros días de septiembre cruzará de nuevo el Atlántico, para disputar tres partidos amistosos en México, antes de dar comienzo a su andadura en el Campeonato Nacional de Liga de la temporada 1963-64, debutando en el campo de «Mestalla» frente al Valencia.

César va a desplegar una intensa actividad, con visitas a «Les Corts», el escenario de sus triunfos, y al monumental «Camp Nou», conversaciones con la Directiva, e incluso subiendo hasta la localidad de Monistrol de Calders, para ver en acción a los muchachos del Condal, el filial barcelonesa, que entrenaban allí con Vicenç Sasot. Y por fin llega el día 5 de agosto, cuando comparecen en el coliseo azulgrana 12 de los miembros de la plantilla, que por una u otra razón no habían tomado parte en la excursión americana. Son los siguientes: Olivella, Benítez, Szalay, Celdrán, Foncho, Garay, Vicente, Gensana y Segarra, así como Rifé II, Gasull y Piñol, que habían estado cedidos durante la campaña anterior. A estos se les unieron un grupo de jugadores condalistas formado por los más prometedores (Comas, Montesinos, Mas, Albert, Vidal, Gili, Borrás, Balcells y Torres). Siete días más tarde, el 12 de agosto, se les suman los expedicionarios a América: Pesudo, Eladio, Gracia, Vergés, Villaverde, Zaballa, Pereda, Zaldúa, Kocsis, Cubilla, Sadurní, Goywaerts, Re, Fusté, Marañón y Rodri. Son bastantes más de los 25 que contempla la reglamentación federativa-concretamente 37-, y es evidente que habrá nuevas cesiones y también algunos que causarán baja. Camps, lesionado de gravedad a finales de la temporada 62-63 y con un largo proceso de convalecencia y recuperación por delante, tiene la ficha en suspenso.

En nuevas declaraciones a El Mundo Deportivo, el técnico leonés manifiesta que ha firmado en blanco (desmintiendo así las elevadas cantidades con las que se había especulado), y también su intención de descartar a varios jugadores hasta quedarse con los 25 permitidos-Szalay, Piñol y Gasull estarán seguramente entre los que se vayan). Se muestra optimista ante la temporada que se avecina, con el aperitivo del «Carranza» y el viaje a México. En el ambiente futbolístico se habla de un Barça recuperado por Gonzalvo, y al que César se propone relanzar por la senda de los grandes triunfos, tan frecuentes sólo unos pocos años atrás.

RUEDA EL BALÓN

Después de dos temporadas de cuantiosos dispendios mientras el club hace frente con muchos agobios a la multimillonaria factura del «Camp Nou», sin llegar a vislumbrar todavía una salida rentable para su otro gran activo, el viejo «Les Corts», César va a encontrarse  con un panorama huérfano de refuerzos. No hay dinero para fichar, y por consiguiente deberá conformarse con lo que hay en casa, promocionando al primer equipo a tres muchachos del Amateur y que habían comenzado ya a entrenar con el Condal: el guardameta Ismael Comas, el centrocampista Ramón Montesinos, y el delantero Lluís Vidal. Por el contrario, causarán baja en el plantel el uruguayo Silveira, un as que nunca llegó a aclimatarse al fútbol español, el húngaro Szalay – prácticamente inédito en su paso por el  Barcelona – y el veterano Villaverde, al que pronto se le agradecerán los muchos servicios prestados con un partido de homenaje, y que irá a dar sus últimos coletazos como profesional, en calidad de cedido,  al Racing de Santander, un club que entonces mantenía una excelente relación con la entidad azulgrana. El retorno de otro jugador también a préstamo, y casualmente montañés, Marañón, no pasará de ser un detalle anecdótico.

Estos son los hombres con los que finalmente César va a afrontar su primera temporada en Can Barça, en la que constituye su gran oportunidad como entrenador: Sadurní, Pesudo, Comas, Foncho, Olivella, Rodri, Eladio, Benítez, Gracia, Garay, Montesinos, Fusté, Gensana, Vergés, Segarra, Marañón, Zaballa, Kocsis, Re, Pereda, Vicente, Cubilla, Goywaerts, Zaldua, Vidal y Camps (aunque la ficha de este último, debido a lo prolongado de su proceso de recuperación tras la gravísima lesión sufrida, va a quedar en suspenso)

El día 9 de Julio el Barça había disputado el último partido de su gira sudamericana en Buenos Aires, ante el Boca Juniors (1-2), y el día 25 de Agosto arranca su andadura en la capital del Maresme, con un amistoso en el que derrota al Mataró por 9 goles a 0. Viene luego su participación en el prestigioso «Carranza» gaditano, invitado por tercera vez consecutiva en calidad de ganador de la última edición. En el primer partido cae de nuevo ante el Benfica, y por el mismo marcador que en la malhadada final de Berna, 2 a 3 (Kocsis falló un penalti). Y en el encuentro de consolación disputado al día siguiente se impone con claridad al Valencia por 4 a 1.

Otra vez hay que hacer las maletas para volver a cruzar el Charco, en esta ocasión rumbo a México, donde existía una numerosa colonia catalana, en buena parte compuesta por exiliados republicanos que deseaban ver en vivo y en directo al equipo más representativo de su patria chica, y entre ellos varios ex-jugadores barcelonistas como Iborra, Ventolrá o Munlloch. Allá el Barça golea al Universidad (6 a 1), empata con una selección de Guadalajara y Mexico (1-1) y cae derrotado ante el Oro por 1 a 2. Pero la verdadera noticia de esos últimos días de verano no está en tierras aztecas, sino en la propia Ciudad Condal, donde va a estallar una auténtica bomba: ¡Ladislao Kubala ficha por el RCD. Español…y como jugador!

Laszi había llegado a ofrecerse a Llaudet para regresar a los terrenos de juego e intentar así galvanizar a un equipo renqueante. Sucedió en el curso de la maratoniana reunión que técnico y presidente mantuvieron después del empate frente al Mallorca en el «Camp Nou», a principios de enero de 1963. Llaudet había rechazado el ofrecimiento de Kubala, pero éste en su fuero interno se sentía todavía futbolista, y por eso va a aceptar una oferta para calzarse nuevamente las botas, aunque procediese de la “acera de enfrente”. La polémica, pues, estaba servida, y en aquellas fechas lo más suave que tuvo que escuchar el hispanohúngaro fue que le llamasen “traidor”. Era comprensible: la afición barcelonista le había idolatrado como a muy pocos, brindándole incluso un emotivo y multitudinario – y también lucrativo-homenaje cuando anunció su retirada, y ahora veía cómo se pasaba a las filas del enemigo. Pero afortunadamente el tiempo todo lo cura, y los culés terminarían olvidando la “traición” de su antiguo ídolo, y perdonándole tácitamente, hasta el punto de que Kubala, convertido ya en un prestigioso entrenador tras su dilatada etapa como seleccionador nacional español, ocuparía brevemente el banquillo azulgrana en la temporada 80-81, siendo sustituido – ironías del destino – nada menos que por…Helenio Herrera.

La Liga 63-64 se inicia en «Mestalla», contra el Valencia, el sábado 14 de septiembre, en partido nocturno adelantado a la primera jornada. Para su debut oficial, César pone en liza el siguiente equipo: Pesudo; Foncho, Olivella, Eladio; Gensana, Segarra; Goywaerts, Pereda, Zaldúa, Re y Fusté. Llueve abundantemente sobre la Ciudad del Turia, y cuando aun no se llevaba disputado un tercio del partido, en el minuto 28, una auténtica tromba de agua obliga a suspender el encuentro, ya que el diluvio había afectado también a la instalación eléctrica, produciéndose un apagón. Ante la imposibilidad de reparar la avería y reanudar el juego, se acuerda aplazar el choque para el día 13 de noviembre.

Coincidiendo con las fiestas de La Mercé, Patrona de la Ciudad Condal, el Barça hace su presentación ante el público culé, y frente a un adversario nuevo en esa plaza, el recién ascendido Pontevedra. César opone a los gallegos la siguiente alineación: Sadurní; Foncho, Olivella, Eladio; Segarra, Vergés; Pereda, Kocsis, Zaldúa, Re y Fusté. Juego discreto y fácil victoria azulgrana por 3 a 1, con tantos de Fusté, Vergés y Pereda, anotando para los pontevedreses el catalán Batalla. Como dato anecdótico, reseñar que el descanso del partido fue amenizado por una banda de música holandesa – de Maastricht, en concreto-, que se hallaba en Barcelona precisamente con motivo de sus fiestas patronales.

Arranca la Copa de Europa de Campeones de Copa, más conocida como Recopa , torneo en el que tomaba parte el Barça por vez primera, y lo hace con un desplazamiento a Dublín para enfrentarse con el modesto conjunto irlandés del Shelbourne. El Barça va a dejar sentenciada ya la eliminatoria venciendo por 2 a 0 (Zaldúa y Pereda), con el siguiente equipo: Sadurní; Olivella, Garay, Eladio; Gensana, Segarra; Zaballa, Pereda, Zaldúa, Goywaerts y Fusté. Y la tercera jornada de Liga será testigo de una aplastante victoria azulgrana en Murcia, materializada en los últimos ocho minutos de juego, período en el que el equipo va a conseguir tres goles. Se adelantó el ex-bilbaíno Merodio para los locales, pero Fusté  dará la vuelta al marcador con dos goles, y ya en las postrimerías del encuentro Zaldúa – con otras dos dianas – y Garay  redondearán  la “manita”. La única nota negativa fue la grave lesión del propio Garay, quedando en dique seco para el resto del campeonato. Estos fueron los brillantes triunfadores de «La Condomina»: Sadurní; Olivella, Garay, Eladio; Vergés, Segarra; Zaballa, Pereda, Zaldúa, Re y Fusté. El 6 de Octubre, en la cuarta jornada, el Barça recibe la visita del Atlético de Madrid, un rival siempre peligroso. Esta fue la alineación: Sadurní; Foncho, Olivella, Eladio; Segarra, Vergés; Cubilla, Pereda, Zaldúa, Re y Fusté. En un buen encuentro, los azulgranas van a imponerse a los colchoneros con relativa facilidad, 3 a 1, con goles de Cubilla, Pereda y Re.

Un desplazamiento complicado a Zaragoza, al día siguiente de la festividad de la Virgen del Pilar. Ante el entusiasmo del público que llenaba «La Romareda», los maños se tomarán cumplida revancha de su derrota en la última final de Copa, venciendo en el encuentro más destacado de la quinta jornada por 2 goles a 0, ambos conseguidos por el veterano delantero Murillo, antiguo jugador del España Industrial. El Barça no supo aprovechar sus fases de dominio para inaugurar el marcador, y lo pagaría muy caro. Jugaron: Sadurní; Foncho, Olivella, Eladio; Segarra, Gensana; Cubilla, Pereda, Zaldúa, Re y Fusté. Por el contrario, resultó un trámite sencillo  la devolución de visita de los irlandeses del Shelbourne. Los azulgrana van a triunfar sin demasiado esfuerzo por 3 goles a 1, conseguidos por Kocsis, Fusté y Re. Estos once hombres fueron los protagonistas del estreno de la Recopa  en el «Camp Nou»: Pesudo; Foncho, Rodri, Gracia; Vergés, Gensana; Zaballa, Goywaerts, Kocsis, Re y Fusté.

Sexta jornada de Liga, Barça-Real Valladolid, y un debut: el joven Montesinos. Este fue el equipo: Pesudo; Foncho, Olivella, Eladio; Segarra, Montesinos; Cubilla, Pereda, Zaldúa, Kocsis y Fusté. Los de Pucela ya no eran los mismos de la temporada anterior –cuartos clasificados y equipo revelación, junto con el Real Oviedo-, pero plantearán batalla hasta doce minutos antes del pitido final, momento en el que Sandor Kocsis consigue el gol de la victoria para los locales. Antes lo habían hecho Fusté por los azulgranas, y Rodilla por los castellanos. Y al domingo siguiente nuevo partido en casa, en esta ocasión frente al Sevilla, pero no se van a pasar los mismos apuros que contra los blanquivioletas, ya que los Pesudo; Foncho, Olivella, Eladio; Montesinos, Fusté; Zaballa, Pereda, Zaldúa, Kocsis y Vicente cuajarán una gran actuación, aplastando a los hispalenses con un contundente 6 a 0, con tantos de Zaldúa, Kocsis – ambos por partida doble-, Zaballa y Pereda.

El Barça va a aprovechar su desplazamiento a tierras valencianas, donde le correspondía enfrentarse al recién ascendido Levante UD, para solventar también el partido de «Mestalla», aplazado desde la primera jornada. En «Vallejo» se marcarán nueve goles – 4 a 5 – y habrá emoción a raudales en ese primer duelo entre los dos conjuntos blaugranas de la máxima categoría. Se va a adelantar el Barça por 0 a 3 y 1 a 4, pero una gran reacción de los locales les llevará a empatar el encuentro, que sólo podrán desnivelar los barcelonistas en los últimos minutos, merced a un fallo  de la defensa granota. Re en tres ocasiones – una de ellas, la decisiva-, Kocsis y Pereda marcaron los goles catalanes. César presentó la siguiente alineación: Pesudo; Segarra, Olivella, Eladio; Montesinos, Fusté; Zaballa, Pereda, Re, Kocsis y Vicente. En «Mestalla», tres días más tarde y  en horario nocturno al tratarse de jornada laborable, el partido aplazado comienza con el cronómetro a cero, sin que la casi media hora jugada sirviese ya para nada. El Barça forma con: Pesudo; Segarra, Olivella, Eladio; Vergés, Gensana; Zaballa, Pereda, Re, Kocsis y Fusté. Nada más iniciado el choque, Gensana resultó lesionado con una brecha en la cabeza a consecuencia de un encontronazo con Héctor Núñez, pero reapareció diez minutos después, con un aparatoso vendaje. Posteriormente le serían aplicados cuatro puntos de sutura, tantos como positivos arrancaría finalmente el Barça en esta excursión al antiguo Reino de Valencia. Pereda y Fusté van a hacer los dos únicos goles de un compromiso en el que el Barça rayó defensivamente a gran altura.

El sorteo de la Recopa decreta que el Barcelona se vea otra vez las caras con un viejo conocido suyo, el Hamburgo SV. Aun están presentes en la mente de los aficionados los tres encuentros que fueron necesarios para eliminar al potente conjunto alemán de la Copa de Europa de 1960-61, con aquel  milagroso tanto in extremis de Kocsis en la ciudad hanseática, que sirvió para forzar el desempate, ganado finalmente por los azulgranas en el estadio bruselense de Heysel. Pero antes de recibir de nuevo a los peligrosos germanos en el choque de ida, con su gran figura, el goleador Uwe Seeler, el Barça deberá de enfrentarse en el «Camp Nou» a un Real Oviedo que tampoco era ya el de la campaña pasada, privado de sus dos grandes figuras Paquito y Sánchez Lage, fichados ambos por el Valencia. El Barça, una vez disputado el encuentro aplazado desde la primera jornada, ya era líder en solitario, aventajando a su sempiterno rival, el Real Madrid, en tres puntos. Segundo y tercero respectivamente lo eran  Betis y Elche, las nuevas revelaciones del campeonato. Los asturianos presentarán una fuerte resistencia, ya que el Barça únicamente va a poder derrotarles por un exiguo 2 a 1, pese a acabar los visitantes con diez hombres por expulsión del defensa Toni. El guardameta oviedista lo parará todo, a excepción de los goles de Zaballa y Re. El conjunto catalán puso en acción a: Pesudo; Segarra, Olivella, Eladio; Montesinos, Fusté; Zaballa, Pereda, Zaldúa, Re y Vicente.

El miércoles 20 de Noviembre de 1963 -tan sólo un par de días antes de que el asesinato en Dallas del presidente de los Estados Unidos,  John Fitzgerald Kennedy, conmocionase al mundo entero – el «Camp Nou» se viste de gala para presenciar el choque contra el Hamburgo. El Barça sale con Pesudo; Foncho, Olivella, Eladio; Segarra, Fusté; Zaballa, Pereda, Re, Kocsis y Cubilla. La emoción y las continuas alternativas en el marcador  serán las notas predominantes de un  partido que se saldará con un espectacular empate a 4 tantos. Fusté (2), Pereda y Zaballa harán los goles locales, mientras que el  temible Uwe Seeler va a ser la figura del equipo alemán, anotando dos dianas en su haber.

En la décima jornada el Barça rinde visita al siempre complicado terreno de «San Mamés». La gran novedad en la alineación es su inédita línea medular, compuesta por Marañón – que de este modo volvía a la formación titular, año y medio después de su última aparición oficial, con una cesión al Córdoba por el medio – y Gensana, quien tras su grave lesión en Grecia asomaba ya con cuentagotas por el once, y únicamente en partidos de mucho compromiso y en campo contrario, tal cómo había ocurrido con anterioridad en «Mestalla» y «La Romareda». El equipo que se enfrentó a los leones estará formado por: Pesudo; Foncho, Olivella, Eladio; Marañón, Gensana; Zaballa, Pereda, Zaldúa, Re y Fusté. Los bilbaínos van a ser muy superiores a un Barça que jugó encogido, y se impondrán por un claro 2 a 0, con sendos tantos conseguidos en la primera media hora, obra de Mauri y Arieta.

La Liga sufre un parón para que la Selección Española dispute un encuentro amistoso en Valencia ante Bélgica, siendo derrotada por 1 a 2, y con Olivella, Pereda y Zaldúa en el combinado nacional. Se reanuda el campeonato el día 7 de Diciembre, sábado, con un nocturno e interesante Barcelona-Elche. Los ilicitanos llegaban como cuartos clasificados, a un solo punto de los azulgranas, pero los pupilos de César van a despachar un buen partido, y vencerán por un rotundo 3-0. Kocsis, en dos ocasiones, y Fusté convertirán los tantos de un Barça que pondría en liza a: Pesudo; Segarra, Olivella, Eladio; Montesinos, Vergés; Zaballa, Kocsis, Re, Fusté y Cubilla. Mientras, el Real Madrid caía derrotado en Zaragoza, y el Barça volvía a aventajar a los blancos en tres puntos. La siguiente jornada traería un enfrentamiento en la cumbre entre ambos conjuntos en el «Santiago  Bernabéu», cuyo resultado podría marcar en buena medida el futuro de la competición.

Pero antes, sin embargo, había que devolver visita al Hamburgo, para tratar de continuar vivos en la Recopa. César, consciente del gran poderío atacante de los teutones, va a plantear una defensa numantina, aunque sin renunciar a contraataques peligrosos, y el Barça arrancará un épico 0 a 0 con Pesudo; Foncho, Olivella, Eladio; Vergés, Segarra; Gracia, Fusté, Goywaerts, Kocsis y Re. Como entonces aun no se tenía en cuenta  el valor doble de los tantos obtenidos en campo contrario en caso de empate, será preciso celebrar un tercer partido, para el cual va a fijarse la fecha del 18 de Diciembre, una semana después, en la ciudad suiza de Lausana, sede del COI, el Comité Olímpico Internacional.

Con la perspectiva de tan crucial compromiso a 72 horas vista, el Barça compareció en el «Bernabéu» con el siguiente equipo: Pesudo; Foncho, Olivella, Eladio; Vergés, Segarra; Zaballa, Re, Vidal – que debutaba en partido oficial-, Fusté y Cubilla. Uno que llegaba, el joven del Amateur Lluís Vidal, un futbolista técnico y muy prometedor, y otro que se iba, el uruguayo Luís Cubilla, quien ya no volvería a vestir más la camiseta azulgrana, pues muy pronto sería traspasado al River Plate bonaerense. El Barça no va a forzar la máquina en el feudo madridista, y los merengues  impondrán su letal capacidad de remate para obtener un rotundo 4 a 0, con tres goles de Puskas (uno de ellos de penalti) y otro de Di Stefano. Los barcelonistas jugaron bien en el centro del campo, pero carecieron de profundidad. Con este resultado continuaban como líderes, pero con los blancos pisándoles ya los talones, a un solo punto de diferencia y con el goal average particular muy favorable para los de la Capital ante la posibilidad de una igualada final a puntos, tal como había sucedido en la memorable temporada 59-60. Elche y Betis, por su parte, seguían en tercer y cuarto lugar.

El desempate de Lausana, disputado sobre un terreno completamente helado, va a serles esquivo a los colores azulgranas. “Mojarían” primero los alemanes, pero Kocsis  le dio la vuelta al marcador con dos tantos, hasta que un par de  desgraciadas jugadas producto del mal estado del césped, en sendas cesiones a Pesudo, les permitieron a los germanos lograr el definitivo 3 a 2 y llevarse la eliminatoria. Una vez más, Suiza le había traído mala suerte al Barça, y a Sandor Kocsis en particular. Para tan desafortunada cita, César presentó este once: Pesudo; Foncho, Olivella, Gracia; Vergés, Segarra; Zaballa, Kocsis, Goywaerts, Re y Fusté.

La decimotercera jornada, con el equipo ya totalmente centrado en la Liga, enfrentará al Barça y al Córdoba en el «Camp Nou». El líder, que formó con Sadurní – que retornaría de ese modo a la portería para un larguísimo período, al resultar lesionado Pesudo en una mano-; Foncho, Olivella, Eladio; Montesinos, Vergés; Zaballa, Kocsis, Re, Fusté y Vicente, obtuvo una laboriosa victoria, ya que los cordobeses incordiaron lo suyo en todo momento. El primer tiempo concluyó con empate a uno- Zaballa y Vázquez-, y en la reanudación nuevamente Zaballa y Re dieron los dos puntos a los blaugranas. Que se afianzaban en la primera plaza, puesto que el Real Madrid caía derrotado por uno a cero en su visita al «Sánchez Pizjuán», marcando de golpe franco el gol sevillista un jovencísimo defensa de rubios cabellos, cuyo nombre de guerra comenzaba a sonar con insistencia: Gallego.

Una vez pasada la Navidad, el 29 de Diciembre, se va a disputar de nuevo – tras un año de interrupción debido al descenso de categoría del Español – el clásico derbi barcelonés. El partido tenía el morbo añadido de ser el primero en el que el “traidor” Kubala iba a enfrentarse a sus antiguos colores. Se jugará de poder a poder, y el empate final   se consideró justo por ambas partes. Paredes marcó los dos goles blanquiazules, y Kocsis y Fusté, de penalti, los azulgranas, que utilizaron a estos once futbolistas: Sadurní; Foncho, Olivella, Gracia; Montesinos, Vergés; Zaballa, Kocsis, Re, Benítez y Fusté. La diferencia con respecto al Madrid se reducía a 2 puntos, ya que los merengues habían despedido el año 63 venciendo claramente al Levante en el «Santiago Bernabéu»

El Barça va a proclamarse “Campeón de Invierno” en el «Camp Nou» a la jornada siguiente, tras derrotar con claridad a  otra de las escuadras revelación de la temporada, el Real Betis Balompié entrenado por el técnico catalán Doménec Balmanya, por 4 a 1. La novedad más importante en las filas barcelonistas la  constituyó la vuelta al equipo titular del uruguayo Julio César  Benítez, una vez superada una grave enfermedad hepática. Precisamente el propio Benítez marcaría uno de los cuatro goles, siendo los tres restantes obra de Kocsis, Re y Pereda, mientras que Ansola dejaba a buen recaudo el honor verdiblanco. Jugaron: Sadurní; Benítez, Olivella, Eladio; Montesinos, Fusté; Zaballa, Pereda, Re, Kocsis y Vicente. El Real Madrid, vencedor a domicilio del Oviedo, seguía a 2 puntos de distancia. Concluía así la primera vuelta, y el cuadro catalán albergaba fundadas esperanzas de hacerse con el título. Con César en el banquillo parecían haber vuelto el espectáculo y los goles…CesarRodriguez03

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