Hoy hubiera cumplido 102 años el mejor delantero o, al menos, el más prolífico goleador que ha dado el fútbol español. Cuatro pichichis consecutivos con el Oviedo (el primero, en Segunda División) antes de exiliarse en Sudamérica (Argentina y México), tras la Guerra Civil, donde también fue máximo goleador y logró un promedio realizador de más de 30 dianas por temporada. En Primera División española convirtió 105 goles en 90 partidos; en Segunda, 61 tantos en 52 encuentros; en Copa, 16 goles en 15 compromisos y con la Selección, 17 dianas en sus 12 entorchados internacionales. Números que no ha vuelto a lograr, ni por asomo, ningún otro atacante español. Un fenómeno irrepetible.






