20 años del codazo a Luis Enrique

Hoy se cumplen dos décadas de uno de los partidos más dramáticos de la Selección en los últimos tiempos. Italia y España llegaban a los cuartos de final del Campeonato del Mundo disputado en Estados Unidos en condiciones muy diferentes. Los nuestros, en línea ascendente, tras golear a Suiza en cuartos (3-0), mientras los italianos, clasificados de carambola en la primera fase, habían necesitado de prórroga y un penalti para doblegar a Nigeria en la siguiente ronda y tenían a varios de sus mejores hombres tocados. El 9 de julio de 1994, en el Foxboro Stadium de Boston, ambos técnicos Arrigo Sacchi y Javier Clemente, tomaban muchas precauciones en sus planteamientos, con lo que el partido transcurría con intensidad pero sin ocasiones, hasta que Dino Baggio, desde lejos, cerca de la media hora, adelantaba a los suyos. Caminero lograba el empate en segundo tiempo y España, poco a poco, arrinconaba a una Italia destrozada físicamente. Julio Salinas, a ocho para el final, tendría la ocasión más clara para meternos en semifinales, pero su defectuosa definición ante Pagliuca se toparía contra el cuerpo del portero. En el minuto 88, en uno de los escasos acercamientos de Italia ante Zubizarreta, Roberto Baggio enseñaba a Salinas a resolver los mano a mano con el portero. Estábamos fuera, pero los nuestros seguían intentándolo, ya a la desesperada, en el descuento. Un centro desde la derecha intentaba rematarlo Luis Enrique. Tassotti, de violento codazo, lo impedía, rompiendo la nariz del atacante español. El húngaro Sandor Puhl no señalaría el penalti y expulsión correspondiente y ahí terminaba todo. Las lágrimas y la sangre del asturiano, personificaban la rabia, la frustración y la indignación de un país entero. Nos volvíamos para casa con otra historia negra que contar, mientras la FIFA premiaba la labor del húngaro concediéndole la final de aquel campeonato.