El fútbol argentino, a nivel Selección, no reconoce otro papelón más grande en eliminatorias para un Mundial que el que tuvo lugar el 5 de Septiembre de 1993 en el estadio Monumental. La Argentina era goleada y vapuleada por la Colombia de Francisco “Pacho” Maturana con un rotundo 5-0.
Se sabía previo a dicho partido que la albiceleste dirigida por Alfio Basile debía vencer al seleccionado cafetero que llegaba invicto al último partido del grupo. Al mismo tiempo, en Lima, jugaban peruanos y paraguayos que también pugnaban por la segunda plaza que otorgaba una chance en el repechaje con el representante de Oceanía que finalmente sería Australia.
Argentina agradecía al cielo por el pitazo final del juez uruguayo Ernesto Filippi, por que Colombia no le hizo más goles y sobre todo porque Perú y Paraguay finalmente habían igualado en dos y así se eliminaban en la lucha por alcanzar la codiciada segunda plaza. Esa goleada de Colombia marcaba un antes y un después en el proceso de Alfio Basile con la albiceleste.
La clasificación de la Argentina para el Mundial de Estados Unidos 1994 se definiría en un repechaje ante Australia. Para ello, el entrenador argentino realizaría siete cambios respecto del equipo que había sido goleado por Colombia para disputar la ida ante Australia, en Sydney el 31 de Octubre de 1993. El regreso más esperado fue el de Diego Armando Maradona tras cumplir la sanción por doping en el Nápoli, en 1991.
Además se apostaba al buen momento que vivía en el fútbol italiano Abel Eduardo Balbo quien militaba en la Roma. La idea era buscar presencia en el área rival con la ya firme titularidad de Gabriel Batistuta.
Sin embargo, los cambios no solo eran adelante, también en defensa donde aparecían José Chamot (Foggia) y Sergio Vázquez (Universidad Católica).
En la ida disputada el 31 de Octubre el partido fue muy disputado y la igualdad en uno gracias a los tantos de Abel Balbo, de cabeza, tras un centro medido de Maradona y de Aurelio Vidmar le daban la posibilidad a los sudamericanos clasificarse con una igualdad en cero en la revancha.
La vuelta de Diego Maradona a la Selección Argentina fue bienvenida y eficaz. Mostró destellos de su magia en la ida y ayudó con una asistencia para el gol del equipo albiceleste, pero quedaban noventa minutos por disputarse.
En dicha revancha el partido no varió de la ida. Duro, trabajo, peleado y un solitario gol de Gabriel Batistuta permitió sellar el pasaje definitivo al Mundial.
Los amistosos previos dejaban dudas y certezas a Alfio Basile: una victoria 2-1 ante Alemania a fines de 1993 y ya en el año del Mundial un nuevo éxito ante Marruecos (3-1) en Salta pero una derrota ante Brasil (2-0), en Recife, y un empate 3-3 ante Chile, en Santiago, ponían algunas dudas.
La primera verdad en el Mundial tuvo fecha el 21 de Junio de 1994 ante Grecia, en Boston. Los griegos debutaban en la Copa del Mundo y no fueron rival: 4-0 con un hat-trick de Gabriel Batistuta (uno de penal) y el restante de Diego Armando Maradona, con un magistral zurdazo al ángulo tras una gran combinación entre Balbo, Redondo y Caniggia. La gran duda era saber si el físico de Maradona seguía siendo el mismo, el talento jamás lo olvidaría.
La segunda presentación sería el 25 de Junio de 1994 nuevamente en Boston ante otro seleccionado debutante en la historia de los Mundiales, Nigeria, que puso en apuros la defensa argentina. El tempranero gol de Samson Siasia sorprendió a más de uno pero el resultado era justo. Allí apareció el fútbol que esa selección tenía con un Maradona inspirado y un Caniggia goleador primero para igualar tras un rebote del arquero Peter Rufai tras un tiro libre de Batistuta y luego con el inmortal gesto entre “Cani” y Diego para encontrarse una vez más como dúo en un nuevo tanto argentino.
La victoria final por 2-1 ponía a los argentinos en los octavos de final y con un futbol de alto vuelo con tres delanteros que jugaban en el fútbol italiano: Abel Balbo y Claudio Caniggia (Roma) más Gabriel Batistuta (Fiorentina). La última imagen de Maradona aquélla tarde del 25 de Junio de 1994 fue de la mano de una enfermera que lo llevaría al control antidopaje. El resto de la historia es conocida: el 29 de Junio, a 24 horas de jugar el tercer partido del grupo ante Bulgaria se conoció el doping positivo de Maradona por encontrarse restos de efedrina en su orina, una sustancia prohibida dentro del listado de la organización mundial anti dopaje.
Solo que el fútbol mundial no podía imaginarse que ese sábado 25 de Junio de 1994 había sido el último acto de Diego Armando Maradona en un Mundial.
Antonio Statis.






