Emilio Butragueño había marcado 21 goles en las primeras 21 jornadas de Liga de Segunda División con el Castilla. Para la jornada 22, en febrero de 1984, Alfredo Di Stéfano, técnico del primer equipo, decide reclutarlo de cara al compromiso contra el Cádiz. Por todos es sabido el espectacular debut de El Buitre en el Ramón de Carranza con esos dos goles, que aupaban al Real Madrid a la primera posición en la tabla clasificatoria. Con la Liga concluida, llegaba la Eurocopa de Francia. Rincón se había lesionado en el último choque preparatorio y Miguel Muñoz termina incluyendo al joven Butragueño, que apenas lleva diez partidos en la máxima categoría, en la lista final. No llega a debutar, pero se vuelve para casa con un inesperado subcampeonato europeo en el zurrón. El 17 de octubre de 1984 España reanuda la actividad internacional, con el primer encuentro clasificatorio para el Mundial-86, frente a País de Gales en Sevilla. El momento de Emilio había llegado. Muñoz le otorga la titularidad con el 9 a la espalda y el joven ariete tendrá un debut espectacular. Una asistencia, en el primer gol, obra de Rincón, una falta provocada al borde del área, convertida magistralmente por Carrasco, para el 2-0 y un golazo de maestro, cuando el partido expiraba, con caño al portero incluido, sería el resumen que podría hacerse del primer encuentro internacional de Emilio Butragueño, del que hoy se cumplen 30 años.






