Decir “Diego Armando Maradona” en Nápoles es poco menos que decir ‘San Gennaro’ el patrono de dicha ciudad. Y desde el arribo del astro argentino a tierras napolitanas a mediados de 1984 provocó sin dudas una revolución futbolística y mediática. Para los hinchas del Napoli Maradona es su Dios deportivo. Las alegrías que Diego les dio en sus casi siete temporadas fue algo que nunca antes ni después volvieron a vivir.
Claro que el éxito deportivo llevó un tiempo en gestar. El primer Scudetto obtenido en Mayo de 1987 fue todo un acontecimiento para el club y para la ciudad, un hecho sin precedentes. Y paralelamente también se obtuvo la Coppa Italia. Luego llegó la frustración de un nuevo Scudetto en la temporada siguiente que parecía encaminado pero que finalmente terminó en manos del Milan de Arrigo Sacchi. Fue realmente un revés muy duro para el conjunto de Maradona en Cía. porque la idea era repetir el título y a falta de tres fechas, en el mano a mano entre Napoli y Milan en el San Paolo se esfumó por completo. La revancha, en parte, llegó a la temporada siguiente (1988-1989) con la participación del equipo partenopeo en la Copa UEFA. Allí demostró su fuerza en el plano continental dejando en el camino al PAOK Salónica (1-0 y 1-1), al Lokomotiv Leipzig alemán (1-1 y 2-0), al Bordeaux (1-0 y 0-0), en cuartos a la Juventus (0-2 y 3-0), en semis al Bayern Múnich (2-0 y 2-2) y en la final al Stuttgart alemán (2-1 y 3-3).
Las incorporaciones para esa temporada de los brasileños Alemao y Careca le dieron al equipo del sur italiano un salto de calidad sumado al que ya tenía con la experiencia de Ciro Ferrara, la entrega en el mediocampo de Fernando De Napoli y ni que hablar de la magia de Diego Armando Maradona. En inicio de la campaña 1989-1990, sin embargo, no fue el esperado. Con Maradona lejos de Nápoles y con dudas sobre su regreso y con un equipo titular compuesto íntegramente por jugadores italianos, a saber: Giuliano Giuliani; Ciro Ferrara, Giovanni Francini; Massimo Crippa, Marco Baroni, Alessandro Renica; Luca Fusi, Fernando De Napoli, Gianfranco Zola; Massimo Mauro y Andrea Carnevale. A ese equipo base se lo conoció como el “NapolItalia”. El andar del conjunto dirigido por Alberto Bigon pese a la ausencia de Diego Maradona y de los brasileños Careca y Alemao no era para menospreciar: en las primeras cuatro fechas obtuvo 3 victorias y una igualdad.
En la quinta fecha disputada el 17 de Septiembre de 1989 en el estadio San Paolo ante Fiorentina se esperaba el retorno del “10”… pero con el dorsal número “16” en la espalda y como suplente. Toda una novedad. Los primeros 45 minutos fueron para Fiorentina 2-0 y en el inicio de la segunda mitad, Maradona salta al campo de juego para torcer la historia a favor de su equipo pero a dos minutos de recomenzado el partido, el arquero viola, Marco Landucci, le detiene un penal… El descuento llegó pasado el primer cuarto de hora del complemento gracias a un autogol de Stefano Pioli para los napolitanos. Y en el tramo final, desniveló el local: primero a los 34, gracias a Careca y luego a los 42 con Giancarlo Corradini. Fue quizás el partido más emotivo de toda la campaña del Napoli. La premisa era obtener siempre la victoria como local y rescatar unidades fuera de casa. La regla la cumplió a ciencia cierta durante casi toda la primera rueda: llegó a la última fecha de dicha instancia con 9 victorias (las más destacadas ante Fiorentina, Milan, Inter y Lecce) y 7 empates (para remarcar los conseguidos ante Verona, Roma y Juventus). Claro que el cierre de esa primera rueda tuvo la primera derrota: el 30 de Diciembre de 1989 la Lazio le ganó como local 3-0 sin atenuantes.
A partir de allí cada visita para el Napoli fue un parto porque las victorias ya no aparecían tan fácil. Un empate agónico con el Udinese 2-2 (tras ir 0-2 a falta de pocos minutos), una victoria por la mínima ante Fiorentina, y las derrotas categóricas ante Milan e Inter 3-0 y 3-1 respectivamente hicieron que el Napoli perdiera el liderato liguero a manos del Milan. El 11 de Marzo de 1990, por la fecha 28 y a seis para el final, Napoli igualó con Lecce 1-1 y desaprovechó la chance que le dejaba el Milan batido por la Juventus 3-0 en el clásico. De esa manera, la ventaja del equipo rossonero era de una unidad (42-41). Y una fecha más tarde, esta vez perdieron los dos: Milan ante Inter 3-1 y el Napoli contra la Sampdoria, en Génova, 2-1.
El equipo de Maradona no encontraba la victoria de visitante y si bien el Milan también tenía sus traspiés, previo a esas dos derrotas ante Juventus e Inter había conseguido 17 resultados positivos por Serie A. Las fechas pasaban y la ventaja continuaba siendo de un punto. Por la fecha 30, Napoli derrotó 3-1 a Juventus y si bien la punta continuaba siendo en soledad del Milan, la victoria daba esperanzas de recuperación. Más que polémica fue la 31ª fecha del Calcio 1989-1990. Porque en los partidos que involucraba a los dos aspirantes al título hubo polémica. En Bologna-Milan (0-0) el juez Tullio Lanese omitió dar un gol legítimo al local. Y en Atalanta-Napoli el partido se suspendió al recibir un monedazo el jugador Alemao del visitante. Finalmente, el partido le fue otorgado al conjunto napolitano por 2-0 por decisión del Tribunal de disciplina. Así las cosas, y a falta de tres fechas para el final, estaban igualados en 45 unidades.
La paridad en la cima de la tabla de posiciones continuó una fecha más hasta que en la 32, hubo jaque y fue del Napoli. En la penúltima jornada, goleó 4-2 al Bologna y logró vencer de visitante en cancha tras casi tres meses. Paralelamente, el Milan se complicaba solito pese a comenzar en ventaja contra el Verona en el Marc’Antonio Bentegodi. El equipo veronés, que una fecha más tarde bajó a Serie B, le daba vuelta el marcador en la segunda mitad por demás accidentada donde cabe remarcar las expulsiones de Arrigo Sacchi (entrenador milanista), Frank Rijkaard, Marco Van Basten y Alessandro Costacurta, todos en el visitante. De esa manera, el Napoli daba un paso gigante hacia el segundo Scudetto en su historia. La fecha para ponerle la rúbrica a ese título era el Domingo 29 de Abril de 1990 cuando en el San Paolo recibiría a la Lazio.
Esta vez el conjunto capitalino no fue rival y un tempranero y solitario gol de Marco Baroni, de cabeza, bastó para desatar el festejo de un nuevo Scudetto para todo Nápoles. Fue el último título de Liga para el Napoli de Diego Armando Maradona y el fin de un ciclo que al día de hoy sigue siendo motivo de recuerdos para sus hinchas.
Antonio Statis.






