A los 22 años de la «cuarta del Dream Team»

Ocurrió un 14 de Mayo de 1994. Por la última fecha de la Liga 93/94 el Depor llegaba un punto por encima del Barcelona pero terminó en manos del club blaugrana por diferencia de gol.

El sábado próximo el Barça aventaja por una unidad al Real Madrid. Pero si no logra vencer al Granada puede depender mucho de lo que haga el Deportivo en Riazor ante el Madrid. 

El Barcelona de Johan Cruyff era sin dudas el equipo modelo de España y se codeaba con los mejores de Europa a comienzos de la década del ’90. Un conjunto estelar que a su calidad individual le sumaba un gran sentido colectivo. Para ir en búsqueda de su cuarta corona el camino no fue sencillo. Tuvo como gran oponente al Deportivo La Coruña de Arsenio Iglesias. Eran sin dudas dos estilos bien distintos. Por un lado el Barcelona con sus súper estrellas: Andoni Zubizarreta, Ronald Koeman, Pep Guardiola, Romario, Hristo Stoichkov, Michael Laudrup, entre otros. Por el otro, el humilde Deportivo La Coruña con Fran, Bebeto, Mauro Silva y Donato como destacados.

El conjunto de Johan Cruyff peleaba paralelamente la posibilidad de quedarse con la Copa de Campeones de Europa donde buscaba su segunda consagración en los últimos tres años. Y esa seguidilla le permitía tener altibajos como fue el mini bajón futbolístico que mostró en las jornadas 19 a 23 donde consiguió apenas 3 puntos sobre diez en juego. Claro que a partir de la jornada 24 no volvería a caer con 13 victorias y 2 empates. El Deportivo La Coruña quería confirmar todo lo bueno que había conseguido en la temporada 1992-1993 de La Liga, donde había dado lugar al nacimiento del “Súper Depor” al finalizar tercero. Bajo las órdenes de Arsenio Iglesias la idea era volver a estar en zona de clasificación a copas europeas. En un equipo donde sobresalían el trío brasileño formado por Donato, Mauro Silva y Bebeto, se le sumaban la calidad para crear de Fran y la capacidad para llegar al gol de Claudio y Manjarín.

El arranque fue más que auspicioso, donde apenas perdió un juego en las primeras 10 jornadas. No solo se destacaba el ataque del Depor sino también la defensa merced a la poca cantidad de goles que recibía (apenas 6 en la primera rueda) donde además mantuvo 15 vallas en cero. En la segunda rueda el puntapié inicial volvió a ser ante Celta de Vigo, en el clásico gallego. Esta vez se jugó en Balaídos pero el resultado fue el mismo de la primera rueda: 0-0. El conjunto deportivista apenas caería derrotado dos veces en la segunda rueda y sería ante los dos más poderosos: 0-2 ante Real Madrid y 0-3 ante el Barcelona, en el duelo de aspirantes al título.

Luego de esa derrota ante el Barça, otras tres igualdades conspiraron contra las ilusiones del Deportivo. Sin embargo, una racha de 5 triunfos (4-1 a Athletic Bilbao, 5-2 al Oviedo, 2-1 a Atlético de Madrid, 1-0 a Racing de Santander y 2-0 a Tenerife) lo pusieron más cerca de la Liga. El sprint final no parecía ser complejo para el Depor, pero en dichas instancias no hay que subestimar a ningún rival. Si no basta con ver como el Lleida le quitó un punto como local a falta de 4 fechas para el cierre, y luego el Rayo Vallecano una fecha más tarde también le quitó una unidad en otro empate a cero. Quedaban 2 fechas y la ventaja era del Deportivo sobre el Barcelona por solo un punto (se otorgaban 2 unidades por victoria). El primer match point para el conjunto gallego fue el 8 de Mayo, cuando visitó a Logroñés (lo derrotó 2-0 a domicilio) y su rival, el Barcelona, visitaba al Real Madrid en el Clásico de España. La afición coruñesa ansiaba con que esa fuese la fecha de la consagración. Pero no pudo ser porque el Barcelona venció a los Merengues 1-0 con un gol de Guillermo Amor en el último cuarto de hora de partido.

La definición quedaba entonces para la última jornada. En caso de igualdad de puntos el ganador sería el equipo que mejor diferencia de gol registrara y en ese ítem el Barcelona le sacaba una ventaja considerable a Deportivo La Coruña (+49 contra +36). Es decir, el Deportivo debía ganarle al Valencia para no depender un resultado adverso del Barcelona que recibía al Sevilla de Davor Suker y Diego Simeone, entre otros.

Los once de Arsenio Iglesias aquélla tarde noche fueron los siguientes: Liaño; Voro, Djukic, Nando, Ribera; Donato, Mauro Silva, López Rekarte, Fran; Manjarín y Bebeto. En el Camp Nou, Johan Cruyff dispuso la siguiente alineación para enfrentar al Sevilla: Zubizarreta; Ferrer, Nadal, Eusebio; Amor, Guardiola, Bakero, Sergi; Stoichkov, Romario y Michael Laudrup.

Todo el público que acompaño al Deportivo la tarde del 14 de Mayo de 1994 en el estadio Municipal de Riazor empezó a sentir más cerca el primer título de Liga cuando a los 12 minutos del primer tiempo, Diego Simeone adelantó al Sevilla en el Camp Nou ante Barcelona. Pero fue por apenas unos minutos ya que, a los 20, igualó el búlgaro Hristo Stoichkov y la ventaja volvía a ser de solo una unidad. Volvió a explotar el Riazor casi al cierre de la primera mitad con otro gol de Sevilla, esta vez del croata Davor Suker. Pero en el complemento el Barcelona barrió al conjunto andaluz con una ráfaga de goles: a los 5, igualó Stoichkov, a los 25 desniveló Romario, cinco minutos más tarde aumentó Michael Laudrup y a falta de tres minutos para el cierre, Bakero liquidó el partido.

Quedaba todo en manos del Deportivo, debía ganar para festejar, como desde el inicio de la última fecha. El gol no llegaba hasta que en el minuto 89 el juez López Nieto le otorga un penal al Deportivo La Coruña. Fue el momento en el que ambos estadios en donde se disputaba la Liga 1993-1994 enmudecieron. En Riazor los rezos era para que fuese gol; en el Camp Nou los rezos eran para González, el arquero del Valencia. Las súplicas surgieron efecto en Cataluña y González detuvo el disparo del serbio Miroslav Djukic. Fue muy polémica la decisión del goleador brasileño Bebeto quien se negó a ejecutar la pena máxima.

Ciento veinte segundos después de ese penal, el pitazo del juez fue el último sonido que se escuchó en Riazor. Las lágrimas se apoderaron de todos los jugadores del Deportivo. Su afición, como retribución a la gran temporada realizada, invadió el campo de juego y los abrazó a cada uno como verdaderos campeones. La clasificación final fue una igualdad en 56 puntos en el primer lugar, pero con una mejor diferencia de gol para el equipo blaugrana. El sábado se cumplen 22 años de esa histórica última jornada de Liga 1993-94. Y se define esta Liga 2015-16 con Granada-Barcelona y Deportivo-Real Madrid. Paradojas del destino, el Barcelona podría necesitar esta vez una mano del Deportivo.

Antonio Statis

 

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