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RESUMEN:

Las peripecias del cuadro. Hugo Van der Goes (Gante, 1440 – Oudergem 1482) fue un pintor flamenco del siglo XV, autor entre otras obras de la que me ha llevado a escribir este artículo, «La Adoración de los Reyes» (1470). Dicha obra se encontró en una capilla lateral del Colegio de Nuestra Señora de la

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Las peripecias del cuadro.

Hugo Van der Goes (Gante, 1440 – Oudergem 1482) fue un pintor flamenco del siglo XV, autor entre otras obras de la que me ha llevado a escribir este artículo, «La Adoración de los Reyes» (1470).

Dicha obra se encontró en una capilla lateral del Colegio de Nuestra Señora de la Antigua de Monforte de Lemos (Lugo), se cree que donada por su fundador, el Cardenal Rodrigo de Castro Osorio (Valladolid, 1523 – Sevilla, 1600).

El ejército napoleónico francés la mutiló arrancando las tablas laterales que representaban la Natividad y la Presentación en el Templo. Hasta que el profesor de dibujo del Instituto de Lugo D. Bartolomé Teijeiro reparó en él en 1872, estuvo acumulando polvo, sin ser identificado, en ese oscuro rincón de la capilla. A Antonio Méndez, crítico de arte monfortino, le corresponde el honor de atribuirle al cuadro su valor real y a W. Armstrong, director del Museo de Dublín, y a M. Leprieur, conservador del Louvre, el de ponerle autoría.

cuadro

Los Padres Escolapios de Monforte de Lemos sufrían viendo como el Colegio, fundado en el siglo XVI,  se encontraba en peligro de derrumbarse. Ante el conocimiento de la existencia de dicha obra y la necesidad urgente de apuntalar el edificio negociaron la venta del cuadro con un agente prusiano llamado W. Gretor, con el que llegaron a un acuerdo inicial de venta con un adelanto de 50.000 pesetas. Los Padres Escolapios pusieron en conocimiento del Duque de Alba, patrono de la Fundación, lo sucedido y este tomó la decisión de escribir el día 20 de abril de 1910 al Conde de Romanones, ministro en aquel momento de Instrucción Pública y Bellas Artes (9 de febrero de 1910 a 9 de junio de 1910) y director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, ofreciendo al gobierno español la posibilidad de hacerse con el cuadro por la mitad del dinero que íban a pagar los alemanes.

Ante este nuevo expolio del patrimonio español, o al menos así lo consideró una mayoría, un grupo de intelectuales compuesto por José Lázaro Galdeano, Segismundo Moret, Julio Burell, Amós Salvador, Mariano Benlliure, José Moreno Carbonero, Emilia Pardo Bazán, Miguel Blay, Tomás Marina, José Capuz, Ignacio Zuloaga, los hermanos Álvarez Quintero, Eduardo Chicharro y Joaquín Sorolla encabezaron una campaña para que la obra fuese adquirida por el estado español y donada al Museo del Prado, algo que finalmente no consiguieron pues el gobierno español dijo no tener el dinero suficiente para adquirir la obra.

Además de pedirle al gobierno español que destinase fondos para la compra del retablo este grupo de personas comenzó una cruzada para evitar la salida de España de la obra organizando una colecta popular, encauzada a través de la revista «Por el arte» y la Sociedad de Pintores y Escultores, en la que recaudaron 76.000 pesetas, aunque más tarde se supo que por otros cauces hubo más gente que hizo depósitos en el Banco de España con este fin.

En cambio otros personajes de la cultura, como Azorín, no eran partidarios de que el estado hiciese gasto alguno en obras de este tipo, habiendo otros asuntos más importantes y cercanos al ciudadano en que emplear el dinero. No la consideraba una obra de arte genuinamente española y, por tanto, prescindible.

La carta dirigida por el Duque de Alba al Conde de Romanones fue contestada con evasivas y, el 25 de mayo de 1910, se formalizó la venta definitiva por valor de 1.262.800 pesetas al Kaiser-Friedrich-Museum de Berlín. Gracias a ella pudo restaurarse el colegio donde hállanse otras muchas obras de inestimable valor.

Julio Burell y Cuéllar, ministro sucesor del Conde Romanones en el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes (9 de junio de 1910 a 2 de enero de 1911), embargó la obra, lo cual pudo causar un conflicto diplomático entre España y Alemania, en vísperas de comenzar la Gran Guerra. Llevado el expediente al Congreso por los señores Ortega y Gasset y Burell, el propio Duque de Alba tuvo tuvo que declarar en  julio de 1912. Romanones, como Presidente del Consejo de Ministros de España (14 de noviembre de 1912 a 27 de octubre de 1912) dio orden de que la obra partiese hacia Alemania por una Real Orden.

Hay que reconocer el derecho del Colegio a vender las obras que eran de su propiedad, máxime sin existir una Ley sobre el patrimonio como ocurre en la actualidad.

La salida de España del cuadro comenzó una noche de mediados de diciembre de 1913, partiendo en una carro de bueyes desde el colegio hasta la cercana estación ferroviaria de Canabal, con destino a Vigo, desde donde embarcó para no volver más con dirección a Hamburgo.

Tan solo una condición se puso en la venta y era la de que Alemania devolviese una copia exacta del cuadro, la cual se encuentra en la iglesia del Colegio desde 1920. La tabla original se encuentra en la actualidad en la Gemäldegalerie de los Museos Nacionales de Berlín. El que se tardase tantos años en entregar la copia fue por motivo del comienzo de la Gran Guerra, que impidió a los alemanes hacer entrega de la misma, pero al poco de finalizar esta, cuando ya casi nadie recordaba el pacto, se personaron en Monforte para cumplir con lo acordado

El fútbol y Van der Goes.

El fútbol madrileño quiso sumarse organizando un partido para recaudar fondos con el fin de evitar la pérdida definitiva de la obra.

El recién elegido presidente de la Sociedad Gimnástica Española, D. Ramón González, se reunió en el domicilio de la entidad con los señores Julián Ruete (Athletic Club de Madrid), López (Español  Football Club), Bourbón (Madrid Football Club) y José María Kindelán (Sociedad Gimnástica Española) con objeto de organizar un partido con el fin de que la recaudación obtenida fuese a engrosar la suscripción iniciada para comprar el cuadro de Van der Goes. Los pases de favor expedidos por el Athletic no fueron valederos para este partido.

El día 20 de abril, a las 17 horas veinte minutos en el campo del Athletic se enfrentaron la coalición formada por Athletic y Gimnástica, vestidos con camiseta azul y pantalón blanco, contra la formada por Madrid y Español, uniformados con camiseta gris y pantalón blanco, obteniendo la victoria los primeros por un gol a cero, gol de Somoza en propia puerta, resultando con el que también se llegó al descanso.

No acudió excesivo público siendo la entrada regular y los pases de favor extendidos para la temporada fueron suspendidos en esta ocasión.

Las alineaciones fueron las siguientes:

Athletic – Gimnástica: Clavet, Pérez, Roca, Mandiolo, Kindelán, Quintana, Aspe, Caruncho, Belaunde, Espinosa, Arango

Madrid – Español: Somoza, Álvarez, Bernabeu, Fortunato, Machinbarrena, Eulogio Aranguren, Giral, V. Buylla, Neira, Saura, Rodríguez

Arbitró Sotero Aranguren, del Madrid FC.

Por la mañana también jugaron los segundos equipos del Madrid y la Gimnástica venciendo por 5 a 3 los madridistas.

No he sido capaz de encontrar nada relativo a la cantidad recaudada en el campo athletico, ni un listado, aunque fuese parcial, de las personas o entidades que hubiesen contribuido. Además de la colecta oficial que hizo la Asociación de Pintores y Escultores, hubo otros muchos ciudadanos que hicieron ingresos directamente en el Banco de España y que les fueron devueltos tras la venta del cuadro. La información en la prensa local fue practicamente nula y he tenido que recurrir a otras fuentes para poder realizar este trabajo.

Fuentes:

– ABC, 4 de marzo de 1956.

– ElPaís.com Archivo

– Enciclopedia GER

– Faro de Vigo. «Un siglo de expolio cultural», 17 de mayo de 2008.

– Gaceta de la Asociación de Pintores y Escultores (enero-agosto)

– Mundo Deportivo, 17 de abril de 1913.

– Mundo Deportivo, 24 de abril de 1913.

– Museo del Prado.es

– SalonesArte.es

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Publicado en: General