RESUMEN:

Primera parte del estudio hemerográfico sobre el Badia que compitió en Segunda B en los años 80. Considerado un hito del fútbol modesto de Baleares.

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Luces y sombras en el Badía de 2B (1ª parte).

De y
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A finales de la década de los 70 del siglo pasado, el Club Deportivo Serverense se encontraba inmerso en una profunda crisis económica que a punto estuvo de provocar la desaparición del fútbol en el municipio de Son Servera (Mallorca). Afortunadamente, el recién fundado CF Atlético Badía Levante lo adquirió y fusionó con su primer equipo, naciendo así el CD Badía Cala Millor de Son Servera. Después de 36 años de historia, el Club Deportivo Serverense continuaba en la categoría de la Preferente balear, aunque ahora bajo un nuevo nombre y otra dirección. En cuanto a esta última, fueron algunos de los grandes empresarios turísticos de Cala Millor quienes posibilitaron el hacer realidad el sueño de la Segunda División B.

La temporada 1981/82 fue la primera para el renovado equipo. El Badía finalizó la liga como líder de la Preferente balear con 22 victorias, 7 empates y 5 derrotas, consiguiendo 55 goles a favor, 20 en contra –siendo el equipo menos goleado del grupo- y 51 puntos. Algunos de los partidos más destacados fueron aquellos donde el Badía ganó por goleada, como el 5 a 0 contra La Victoria y La Real o por 4 a 0 contra el Alaró. Siendo campeón del grupo disputó el play-off de ascenso ganando cinco de los seis partidos, con lo que ascendió por primera vez en su historia a la Tercera División balear.

El CD Badía Cala Millor de Son Servera. Temporada 1981/82. Año del ascenso a Tercera División. De pie: Víctor, Paquito, Duró, Pascual y Chema. Agachados: Cánovas, Pedro González, Cebrián, Badía, Toni Llull y Mira.

El CD Badía Cala Millor de Son Servera. Temporada 1981/82. Año del ascenso a Tercera División. De pie: Víctor, Paquito, Duró, Pascual y Chema. Agachados: Cánovas, Pedro González, Cebrián, Badía, Toni Llull y Mira.

Durante las cinco temporadas siguientes el equipo obtuvo unos estupendos resultados, finalizándolas entre los cinco primeros clasificados. En la quinta temporada, 1986/87, el Badía consiguió concluir la liga ocupando la tercera plaza, a un punto del segundo, el Atlético Baleares, y a diez del campeón, el Sporting Mahonés. El conjunto, que tuvo que luchar hasta el último minuto de liga, consiguió acabar entre los tres primeros en la última jornada, cuando se enfrentó al Escolar de Capdepera a quien venció por la mínima. Con el ascenso automático de los dos primeros clasificados, el Badía se preparaba para disputar el play-off, pero la ampliación de la 2B le brindó el ascenso directo. Fue el premio para una gran, y el que es más importante, regular temporada.

Titular de la portada de Esportiu Comarcal, núm. 330, 25 mayo 1987.

Titular de la portada de Esportiu Comarcal, núm. 330, 25 mayo 1987.

El Mundo Deportivo, 4 septiembre 1987, pág. 23.

El Mundo Deportivo, 4 septiembre 1987, pág. 23.

Las vacaciones de 1987 fueron cortas a la vez que intensas, había una enorme ilusión por competir en la nueva y tan deseada categoría. Después de cuarenta y dos años de fútbol oficial en la zona se producía el primer y hasta el momento único ascenso a la Segunda B. El objetivo principal en este curso era disfrutar de la categoría de bronce del fútbol español aunque también se aspiraba a la permanencia.

Para ello se llevó a cabo la elección del nuevo presidente que, tras la dimisión de Romeo Sala, pasó a ser el señor Miguel Meca. La nueva directiva, con un presupuesto de 28 millones de pesetas y sin deudas, apostó por renovar al técnico Pedro González, que llevaba ya dos cursos a cargo del equipo y que había sido jugador del mismo en las cuatro temporadas anteriores. En cuanto a la plantilla, después de algunas bajas importantes como la del delantero Artabe y la retirada de Martín Munar, se fichó a Salas, Pastor, Salvuri, Obrador y Femenías –procedentes del Mallorca Atlético-, Toni Mesquida y G. Riera -del Manacor-, Badía –del Isleño- y Julián Murillo -del Trajana-. También se reforzó el equipo con algunos juveniles de la cantera como Juan García, Fuster, Nebot y Ordinas. Así la plantilla del Badía para el curso 1987/88 se formó con Julio y Parera en la portería, acompañados de Jaime, Sebastián, Pastor, Salas y Mesquida en la defensa. En el mediocampo estaban Toni Llull, Carrió, Nadal, M. A. Llull, Riera y Salvuri, y los hombres ofensivos eran Mut, Sansó, Company, Obrador, Femenías y Badía.

El CD Badía Cala Millor de Son Servera. Temporada 1987/88. De pie: Femenías, Salas, Pastor, Salvuri y Parera. Agachados: Jaime, Obrador, Toni Llull, Mut, Mesquida y Nadal.

El CD Badía Cala Millor de Son Servera. Temporada 1987/88. De pie: Femenías, Salas, Pastor, Salvuri y Parera. Agachados: Jaime, Obrador, Toni Llull, Mut, Mesquida y Nadal.

La primera liga en Segunda B fue durísima para el Badía. Aunque parecía que los primeros partidos iban a ser los peores, por la falta de recorrido en la categoría, lo cierto es que fueron los que le permitieron situarse en la zona media de la clasificación. El partido en mayúscula de la primera vuelta, y de toda la liga, se dio en la jornada número 14 de liga en el campo del Mollerussa, líder de la clasificación, invicto en su feudo y máximo goleador del grupo. La tarde se presentaba victoriosa para los locales ya que el rival, un modesto Badía no excesivamente bien clasificado, se perfilaba como un contrincante asequible para el líder. Pero el Badía sorprendió y llegó al descanso con el 1-2 definitivo demostrando que no existe enemigo pequeño. El once visitante fue Julio, Sebastián, Mesquida, Pastor, Salas, Nadal, Salvuri, Riera (Llull), Femenías, Obrador (Sansó) y Jaime. El Mollerussa, que dominó en la mayor parte del encuentro, creó pocas ocasiones de gol, mientras el Badía, con una excelente defensa y una gran actuación de su portero, supo aprovechar los errores del contrario. Los goles del Badía fueron obra de Salas y Obrador. En cuanto a la defensa de los de Pedro González, el técnico del Mollerussa en sus declaraciones realizadas al final del partido se quejó de “la muralla que hemos tenido siempre delante. El Badía ha dispuesto dos líneas de cinco hombres que nos han impedido jugar como es habitual en nosotros”. En cuanto a la prensa, esta recogió en sus titulares la excepcionalidad del duelo: “BOMBAZO” EN MOLLERUSSA. Un superdefensivo, pero ordenado, Badía Cala Millor sorprendió a un líder que se las prometía felices, En el Municipal de Mollerussa, Mollerussa 1-Badía Cala Millor 2 ¡¡¡Chapeau!!! Para el Badía y El Badía dio ayer la campanada al vencer en el feudo del líder.

Esportiu Comarcal, núm. 347, 31 noviembre 1987, pág. 3.

Esportiu Comarcal, núm. 347, 31 noviembre 1987, pág. 3.

Titular de la portada de Esportiu Comarcal, núm. 347, 31 noviembre 1987.

Titular de la portada de Esportiu Comarcal, núm. 347, 31 noviembre 1987.

El Mundo Deportivo, 1 diciembre 1987, pág. 22.

El Mundo Deportivo, 1 diciembre 1987, pág. 22.

Así pues, con 7 partidos vencidos, 5 empatados y 7 perdidos, puede afirmarse que la primera vuelta había sido bastante aceptable dada las numerosas dificultades de la categoría. Pero pese al buen resultado general, esta primera parte de liga evidenció que el equipo estaba descompensado, tenía una magnífica defensa pero fallaba en el ataque. Con todo esto, la segunda vuelta se presentaba esperanzadora de cara a mantener la categoría. Pero a los dos últimos partidos de la primera vuelta, en que se perdió, se sumaron once derrotas consecutivas más, con lo que el equipo empezó a ocupar la zona de descenso, incluso llegando en algún momento a ser el equipo más goleado del grupo.

Afortunadamente la mala racha empezó a cambiar con la victoria por la mínima contra el Fraga en la jornada número 31. A la que siguió el empate en el feudo del Sporting Mahonés, una victoria contra el líder Mollerussa y dos empates más contra el Endesa y el Poblense. Nuevamente el Badía volvía a soñar con la permanencia, la cual estuvo en el aire hasta la última jornada.

En esta, el Badía debía enfrentarse a otro insular, el Constancia de Inca. Los dos equipos se jugaban la permanencia, mientras el Badía estaba dieciseisavo en la clasificación con 32 puntos y 6 negativos, el Constancia se encontraba en una posición por debajo con un punto menos. La final levantó una enorme expectación entre ambas aficiones, pues el perdedor del encuentro regresaría a la Tercera balear. En el enfrentamiento como visitante el once presentado por el Badía fue Julio, Jaime, Mesquida, Sebastián, Salas, Pastor, Obrador, Nadal, Salvuri, Llull (Valderrama) y Sansó. Por su parte, el Constancia alineó a Martínez, Doro, Pons, Ballester, Nuviala, Viedma (Mas), Mota, R. Díaz, Cantallops y Vaquer. Fue un partido de alta tensión, anunciándose así en la previa de la prensa, como finalmente fue, los dos equipos lucharon por hacerse con la victoria, pero finalmente el partido acabó en tablas (1-1). Los dos goles de la jornada fueron de Femenías, de los visitantes, y de Roberto, de los locales. Los de González se jugaban la permanencia y al final consiguieron su objetivo. Pero no todo fue alegría, el encuentro acabó en una verdadera batalla campal entre jugadores y aficionados, con algunos jugadores del Badía heridos, el más grave fue Sebastián Nebot. Titulares como La batalla de las Islas, 1-1: el Constancia-Badía acabó en batalla campal, Batalla campal en el “Camp Nou” de Inca deslucieron la felicidad de los de Pedro González. La prensa durante los siete días posteriores al partido siguió hablando de los desagradables incidentes hasta que el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol multó al club local y clausuró el campo durante seis meses.

El Mundo Deportivo, 22 mayo 1988, pág. 38.

El Mundo Deportivo, 22 mayo 1988, pág. 38.

El Mundo Deportivo, 23 mayo 1988, pág. 46.

El Mundo Deportivo, 23 mayo 1988, pág. 46.

Así finalizaba esta primera temporada en la división de bronce. Había sido una temporada muy complicada y así se reflejó en los resultados finales, el Badía acabó dieciseisavo en la clasificación, la última plaza de la salvación, con 33 puntos, 10 victorias, 13 empates, 15 derrotas, 35 goles a favor y 54 en contra. Aunque no todo fue negativo, el equipo consiguió mantener la categoría siendo el único equipo que consiguió doblegar al líder y campeón, el Mollerussa, en los dos encuentros disputados.

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