RESUMEN:

En el año 1863 tenía lugar en la famosa taberna londinense Freemasons’, la fundación y creación de las primeras reglas futbolísticas de la historia. Desde aquel entonces, el fútbol ha evolucionado en demasía, aunque reflejando siempre el contexto político y social que acompañaba los distintos escenarios deportivos. De hecho, el fútbol del siglo XXI también

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Didí, “El príncipe etíope”

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En el año 1863 tenía lugar en la famosa taberna londinense Freemasons’, la fundación y creación de las primeras reglas futbolísticas de la historia. Desde aquel entonces, el fútbol ha evolucionado en demasía, aunque reflejando siempre el contexto político y social que acompañaba los distintos escenarios deportivos.

De hecho, el fútbol del siglo XXI también se encuentra influido por la sociedad en la que vivimos, puesto que encontramos un deporte globalizado, donde se mueven cantidades de dinero escandalosas y estamos habituados a reclamar estrellas mundiales en los equipos más importantes, sin apenas importar su salario o nacionalidad. Sin embargo esto no siempre fue así, en el año 1928 tuvo lugar el primer campeonato nacional de fútbol en España, en el que el F.C. Barcelona salió victorioso tras derrotar a los otros nueve equipos participantes.

Evidentemente eran otros tiempos, ya que hasta la temporada 1934-1935, tras una reunión celebrada en Madrid, en el seno de la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País en 1933, no se pudo oficialmente incorporar futbolistas extranjeros que no tuvieran la nacionalidad española por cualquier circunstancia. Los primeros en hacerlo fueron el F.C. Barcelona y el Racing, comenzando con una costumbre de refuerzos que se vería interrumpida por la Guerra Civil, puesto que durante su transcurso la mayoría de los futbolistas foráneos decidió hacer las maletas y volver a sus respectivos países.

Aquella temporada 1934-1935, contaba con 8 jugadores extranjeros mientras que casi un siglo después, en la temporada 2018-2019, los equipos nacionales de primera división contaban en sus plantillas con 182 futbolistas nacidos fuera de nuestras fronteras. Una diferencia abismal, que deja entrever el contexto social y deportivo de estas primeras décadas del siglo XXI.

Una vez argumentada esta circunstancia, este artículo se basa en una de las figuras más  relevantes de la década de los 50 y un pionero del fútbol mundial. De hecho, fue el primer jugador brasileño en completar una temporada con la camiseta del Real Madrid, junto a su compatriota “Canário”: hablamos de Waldir Pereira, conocido en el argot futbolístico como “Didí”. Convirtiéndose además en el primer jugador negro del equipo blanco. Una figura un tanto desconocida para los aficionados en la actualidad, pero de gran importancia en la época, allanando el camino para la llegada de otros futbolistas cariocas a lo largo de las décadas posteriores. Sin embargo, no fue el primer futbolista brasileño en disputar un partido oficial con el conjunto merengue, ya que ese honor corresponde a Fernando Giudicelli, quién en el año 1935 disputó un Real Madrid – Racing de Santander, que finalizó con victoria del conjunto cántabro por 2 goles a 4.

Corría el año 1958, cuando un adolescente brasileño de tan solo 17 años, conocido como Pelé, se echaba a la espalda a su selección para alzarse con el título de campeón del mundo, por primera vez en la historia del país carioca. Una exhibición extraordinaria que deslumbró al resto de jugadores que conformaban un once para el recuerdo. Djalma Santos, Garrincha y el propio Didí, formaban parte de la constelación de estrellas que conformaban el combinado brasileño, que derrotó a la selección sueca en la final mundialista. De aquella selección se hablaba como el mayor espectáculo de la Tierra, absolutamente irrepetible (Ribeiro, 2014)

Como resultado de aquel hito y de su excelente manera de entender el juego, el Real Madrid, y más concretamente el gran Santiago Bernabéu, se vio atraído por  el entonces jugador del Botafogo, decidiendo invertir en un jugador diferente, con una calidad extraordinaria y que dominaba con maestría uno de los lanzamientos más peculiares de la época, y que pasaría a la historia del fútbol como la “folha seca”, una  forma de golpeo peculiar que en sus inicios fue consideraba insolente (De Toledo, 2004). Un golpeo, que ha sido incluso estudiado desde diversas disciplinas científicas (Aguiar y Rubini, 2006). Así fue como en el año 1959 el talento brasileño, fue convencido para dejar su Brasil natal y dar el salto a Europa, y más concretamente a Madrid, donde no le esperaba un equipo cualquiera, sino un equipo de leyenda. Junto con su compatriota Darcy Silveira Dos Santos “Canário”, llegaron a la capital para reforzar una plantilla que llevaba siendo campeona de Europa durante cuatro años consecutivos.

Imagen de Didí con la camiseta del RealMadrid. Fuente:http://www.google.com/url?q=https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/didinid304795&sa=U&ved=0ahUKEwj_neyIpZ7jAhWwAWMBHeCiAqo4KBDBbggYMAE&usg=AOvVaw1pIfHoIgvczQv6smrcaO8-

Imagen de Didí con la camiseta del RealMadrid.
Fuente:http://www.google.com/url?q=https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/didinid304795&sa=U&ved=0ahUKEwj_neyIpZ7jAhWwAWMBHeCiAqo4KBDBbggYMAE&usg=AOvVaw1pIfHoIgvczQv6smrcaO8-

El fichaje de todo un campeón del mundo, se hizo eco en gran parte de la prensa de la época, e incluso llegó a causar cierto revuelo en un vestuario repleto de estrellas. En ese Madrid vigente campeón de Europa, destacaban jugadores como Rial, Paco Gento, “el balón de oro” Raymond Kopa y por supuesto Don Alfredo Di Stefano. Un equipo, que se reforzaba con uno de los mayores talentos futbolísticos de la década, y que además contaba con el aval de la increíble Copa del Mundo que había realizado.

Aunque la realidad de su llegada fue bien distinta, de hecho se puede considerar a Didí como uno de los grandes fracasos de la gestión de Santiago Bernabéu como presidente de la institución de Chamartín. Todos los ingredientes hacían presagiar un éxito rotundo, pero lo cierto es que el futbolista brasileño nunca llegó ha adaptarse al equipo ni a la ciudad. A raíz de esa circunstancia multitud de rumores, habladurías y demás, se extendieron por la capital. Se hablaba de nostalgia hacia su país, su ciudad y su familia; otros comentaban episodios racistas que habría sufrido en nuestro país a finales de los 50, aunque nunca se supo con exactitud cual fue el verdadero inconveniente. El único hecho irrevocable como comentó Di Stefano en alguna ocasión, es que Didí no se esforzaba lo suficiente, y eso era bastante comentado en el seno del vestuario y la siempre exigente afición madridista. Didí era un jugador de clase extrema, un futbolista adelantado a su tiempo, en cierta manera poseía ciertas similitudes con Xavi, Iniesta o Modric (si buscamos una comparación actual); unas características que no encajaban con el juego tosco, imperante en aquellos años. Incluso el propio futbolista, reconoció en alguna ocasión que en Madrid le exigían las veces de recuperador y creador, mientras que él no era un jugador propio de tareas defensivas, ni mucho menos iba al suelo con asiduidad.

Sin embargo, la difícil situación del mediocentro en el seno del club blanco, no impidió al equipo madridista alzarse con otro cetro continental en la temporada 1959- 1960, en el estadio escocés de Hampden Park, frente al mítico Eintracht de Frankfurt por 7 goles a 3, en una de las mayores exhibiciones de Puskás y Di Stefano. Un título de campeón de Europa amargo para el futbolista brasileño, que no disputó ningún minuto en aquella final, pero que conseguía uno de los hitos más relevantes en aquella época, ser Campeón del Mundo y de Europa.

Didí con la camiseta verde-amarela. Fuente: http://coolfootballbcn.blogspot.com/2011/07/didi.html

Didí con la camiseta verde-amarela. Fuente: http://coolfootballbcn.blogspot.com/2011/07/didi.html

Un año más tarde, Didí hizo las maletas rumbo a su país de origen, concretamente al Botafogo, donde se proclamaría campeón del Campeonato Carioca en 1961 y 1962. También alzaría su segundo título mundial con la selección brasileña en Chile en el año 1962, donde el conjunto carioca derrotó a la selección de Checoslovaquia en la final que se celebró en el Estadio Nacional de Santiago. Didí colgaría las botas en México, en las filas de los Tiburones Rojos de Veracruz, poniendo fin a la carrera de un jugador estratosférico, que actualmente se encuentra en la lista de los 20 mejores futbolistas del siglo XX para la IFFHS.

Referencias

Aguiar, C. E., & Rubini, G. M. (2006). La aerodinámica de la pelota de fútbol. Revista de Enseñanza de la Física, 19(1), 71-82.

De Toledo, L. H. (2004). Didi: a trajetória da folha-seca no futebol de marca brasileira. Artes do corpo, 2, 79.

Ribeiro, P. (2014). Didi: O gênio da folha seca. Gryphus Editora.

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