RESUMEN:

Los nombres de los clubes de fútbol españoles no se caracterizan precisamente por su sofisticad o singularidad. En la mayoría de los casos sencillamente toman el nombre de población a la que pertenecen y lo rematan con escueto “Club de fútbol”, “Club deportivo” o alguna analogía similar. Otros, casi todos desde comienzos del siglo XX

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¿Por qué es “Artístico” el Navalcarnero?

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Los nombres de los clubes de fútbol españoles no se caracterizan precisamente por su sofisticad o singularidad. En la mayoría de los casos sencillamente toman el nombre de población a la que pertenecen y lo rematan con escueto “Club de fútbol”, “Club deportivo” o alguna analogía similar. Otros, casi todos desde comienzos del siglo XX y haciéndolo coincidir con el reinado de Alfonso XIII –futbolero confeso-, además consiguieron instituir a su nomenclatura la titulación “Real”. A partir de ahí, podemos apreciar una línea continua de la que se separan muy pocos clubes.

En este caso y durante el presente artículo, vamos a centrarnos en uno de ellos y en el porqué de su peculiar nombre: Club Deportivo Artístico Navalcarnero.

Hay que remontarse a 1961, fecha erróneamente tomada como la de fundación del club, pero que sí fue el año en el que Carlos Gutiérrez Reig tomó sus riendas. Este hecho junto a la estatua erigida en su honor frente al estadio en el que disputa los partidos el C. D. A. Navalcarnero, pone de manifiesto la importancia de su figura en el devenir histórico del club madrileño. Una relevancia que quedó manifiesta en el propio nombre del equipo, pues hasta entonces era conocido simplemente como Club Deportivo Navalcarnero.

Carlos Gutiérrez Reig fue siempre una figura ligada al deporte. Ya en la década de los cuarenta, siendo aún muy joven, llegó a ser jefe de deportes del distrito de Palacio en Madrid. A lo largo de su trayectoria vital fue promotor de diversos torneos e iniciativas multideportivas y fue presidente del Navalcarnero durante lustros, que es lo que realmente nos ocupa en el presente artículo. Todas estas actividades las compaginó con su labor de periodista como redactor jefe de la sección deportiva del semanario Afán. Sin duda, la suya fue una larga carrera al servicio del deporte y por ella fue condecorado con la Medalla al Mérito Deportivo y la Medalla de bronce de la Delegación Nacional de Deportes. Pero la figura de Gutiérrez Reig tuvo una mayor significación que la meramente deportiva y es que, como no podía ser de otra forma en aquella época propicia, tuvo bastantes connotaciones políticas. Ex combatiente de la División Azul, estuvo muy vinculado a la Falange durante el Franquismo. Por ello cambió el nombre y la personalidad jurídica del club al hacerse cargo de él.

Gutiérrez Reig federó al C.D. Navalcarnero el 11 de agosto de 1961 con el nombre de “Club Deportivo Artístico Navalcarnero del Frente de Juventudes” y acto seguido el equipo rojiblanco (colores que mantuvo sobre el anterior) comenzó a disputar los distintos torneos que organizaba la O.J.E. Seguramente lo de incluir la palabra “Artístico” tuvo mucho que ver con ese afán multicultural que caracterizaba los principios más básicos de la Falange. Algo que nos confirmó el propio hijo del promotor deportivo, el televisivo Dr. Gutiérrez Serantes. El presentador del exitoso programa de televisión “Saber vivir” de TVE, nos indicó que en los primeros años bajo presidencia de su padre, el club tuvo una significativa vertiente cultural basada en la rondalla y baile regional. Parte extradeportiva que era dirigida por un delantero del equipo de fútbol: Fidel Borrajo.

Pero a pesar de la indudable importancia de Gutiérrez Reig, lo cierto es que el Navalcarnero existía como club de fútbol desde casi una década antes de su llegada. Exactamente desde 1953. Momento en el que los estragos de la guerra y la miseria de la posguerra, permitieron rescatar del olvido al fútbol en aquella localidad tan maltratada por la Guerra Civil. Y es que la Guerra Civil pudo haber tenido mucho que ver con el singular nombre del equipo rojiblanco.

Como sabemos, durante la guerra España se impregnó de sangre y destrucción. Destrucción que en buena medida trataron de evitar las que quizá fueron las dos organizaciones más loables surgidas durante el conflicto. La Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico (JIPPA) por el bando republicano y el Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional (SDPAN) por el sublevado, antepusieron el valor del arte a las convicciones políticas y devenires militares. Y ambas tuvieron mucho que ver con la villa de Navalcarnero.

Ante la ofensiva del ejército sublevado que acechaba Madrid y antes de librar la ardua batalla  de Brunete que arrasó la zona en julio de 1937, la JIPPA decidió proteger el conjunto artístico de Navalcarnero y trasladarlo a zona segura. El convoy se conformó por la imagen de la Virgen de la Concepción (patrona de Navalcarnero) que fue depositada en el Museo del Prado, su altar que fue a parar al Museo Arqueológico y el ajuar de plata de la escultura y una veintena de cuadros que fueron trasladados a Valencia dentro del denominado “Tesoro Artístico Español”. La región oeste de Madrid no tardó en ser controlada por las tropas del General Franco, lo que hizo que Navalcarnero se erigiera como un punto importante de la retaguardia del ejército sublevado y de improvisada capital de la diócesis Madrid-Alcalá. Una vez finalizada la guerra, fue el SDPAN quien hizo regresar poco a poco el patrimonio a su villa.

Cuando Adolfo Suárez se hizo cargo del Gobierno del país y disolvió el Movimiento y por ende la O.J.E., el club cambió nuevamente su nombre para dejarlo tal cual luce hoy día. Se eliminó la politizada coletilla final (que por entonces ya había derivado a “Guardia de Franco”), pero se mantuvo el evocador “Artístico”. Una palabra que bien podría homenajear a aquellos elementos artísticos salvados durante de la guerra y que reveló un punto concordante entre las dos facciones enfrentadas: el amor arte por encima de todo lo demás. Y como exponente del mismo, la patrona de Navalcarnero; “auténtico símbolo de identidad” de los navalcarnereños y navalcarnereñas y a la que, curiosamente, se encomiendan desde el propio himno del Artístico Navalcarnero.

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

“Segunda División B. Historia de los clubs que nunca la sobrepasaron”. Masià Pous, Vicent (2007).

“El  Movimiento  Nacional  (1937-1977)”. Gil Pecharromán,  Julio  (2013).

lafutbolteca.com/club-deportivo-artistico-navalcarnero/ (consultado en enero de 2021)

www.turismo-navalcarnero.com/navalcarnero/turismo/historia/cinco-siglos-de-historia/los-ultimos-anos-1936-2006/los-desastres-de-la-guerra/  (consultado en enero de 2021)

https://artedemadrid.wordpress.com/2016/04/14/proteccion-del-tesoro-artistico/amp/ (consultado en enero de 2021)

http://www.cdanavalcarnero.es/ (consultado en enero de 2021)

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