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RESUMEN:

Capítulo IV: El Sindicato ante la Liga del Mediterráneo Las palabras de Ignacio Soler Damians eran tan ciertas como que hay que respirar para sobrevivir. Y el fútbol profesional necesitaba las competiciones que habían sido suspendidas por la guerra: no había Campeonato Nacional de Liga. O se inventaban algo que cubriera el hueco o desaparecía

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Keywords: football, players, Spain, Civil War

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El sindicato de profesionales del fútbol 1936-1937 – Tercera parte

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Capítulo IV: El Sindicato ante la Liga del Mediterráneo

Las palabras de Ignacio Soler Damians eran tan ciertas como que hay que respirar para sobrevivir. Y el fútbol profesional necesitaba las competiciones que habían sido suspendidas por la guerra: no había Campeonato Nacional de Liga. O se inventaban algo que cubriera el hueco o desaparecía el profesionalismo.

Ya cuando el Madrid FC no fue aceptado oficialmente por la Federación Catalana de Fútbol para participar en el Campeonato de la Serie A se dijo que se podría organizar una competición en la que entrasen los equipos más fuertes de Valencia, Cataluña y Madrid. La idea se quedó en el aire a falta de una Federación Española que se encargase de llevarla a cabo.

Sin embargo, casi dos meses más tarde y a falta de dos jornadas para que acabase la Serie A, concretamente el 10 de diciembre de 1936 se publicó en El Mundo Deportivo la siguiente noticia:

Casi por sorpresa hubo anoche en la Federación Catalana una reunión de clubs para tratar de una propuesta que ha sido hecha por la Federación Valenciana y clubs levantinos, encaminada a la organización de un torneo entre los cuatro clubs Valencia, Hércules, Levante y Gimnástico con los cuatro mejor clasificados en el Campeonato de Cataluña.

De la posibilidad de un torneo entre Cataluña y Levante ya se habló hace algún tiempo, cuando se trataba de la participación del Madrid en nuestro Campeonato, pero esta sugerencia que fue hecha por un representante del Barcelona no había tomado pie hasta ayer.

Al entrar anoche en la Federación nos vimos sorprendidos por la presencia en las oficinas federativas del señor Rodríguez Tortajada, teniente de alcalde de Valencia y actual presidente del Valencia FC, al cual acompañaban el buen amigo Colina y el compañero Molina directivo del Gimnástico valenciano.

Pero en esa reunión no hubo fumata blanca. Reunidos aparte los representantes de los seis clubs de la Seria A con el presidente de la Federación Catalana de Fútbol, Ramón Eroles, dieron una negativa como respuesta. Fue Rosendo Calvet, el delegado barcelonista quien así lo hizo público:

Se ha decidido no aceptar, en principio, la proposición valenciana. Al Barcelona le interesaría jugar el torneo, pero habiéndose manifestado algún club en otro sentido, el deber del Barcelona es el de situarse al lado de los clubs catalanes.

Jaime Casamitjana, delegado del CD Español fue más directo:

No interesa el torneo. Los desplazamientos son costosos y en las actuales circunstancias nos parece que una competición, como por ejemplo la Liga catalana, después del Campeonato de Cataluña, sería lo más indicado.

También en la misma noticia se recogía el siguiente comentario:

De otra parte sabemos que los delegados valencianos visitaron ayer el Sindicato de Profesionales del Fútbol y que se les dijo en dicha secretaría que sería visto con buenos ojos por dicho organismo la celebración del proyectado torneo.

La posible Liga del Mediterráneo para el Sindicato de Profesionales del Fútbol se convirtió en una muy buena propuesta para mantener la actividad futbolística. Aunque ese sería ya el objetivo de la nueva junta directiva del sindicato, porque terminado el proceso fundacional el 18 de diciembre se celebraron elecciones y salió la nueva directiva:

Presidente: Patricio Caicedo (entrenador del CD Español)

Vicepresidente: Pedro Solé (CD Español)

Secretario: José Luis Zabala (entrenador del Gerona FC)

Tesorero: Antonio Franco (FC Barcelona)

Contador: Francisco Betancourt (FC Badalona)

Entre sus principales objetivos, como era de esperar, estaba organizar una nueva competición que garantizase los ingresos suficientes para cubrir los sueldos de las plantillas profesionales.

Los delegados de clubs de la Serie B, el señor Vidal del Júpiter y el señor Miró del Sans, recuperaron la idea de Ramón Eroles, que durante el mes de diciembre había dejado de asistir a las reuniones del Consejo directivo de la Federación Catalana de Fútbol: una liga que juntase a los catorce equipos de la Serie A y de la Serie B, contabilizándose a su vez los partidos entre los equipos implicados como torneo de promoción.

Era una solución con defecto. Cierto que cubría 26 fechas, pero privaba a los equipos de Segunda Preferente del derecho a promocionar a la Serie B, o lo que es lo mismo, libraba a los últimos equipos de la Serie B de bajar a Segunda. Así se publicaba en El Mundo Deportivo del 30 de diciembre como se respondió a tal propuesta:

Los clubs de la Primera B han propuesto a la categoría superior que al propio tiempo de jugar la Liga, los seis clubs afectados por la promoción a Primera Categoría puntúen aparte para promocionar jugándose en esta puntuación cuatro puestos de ascenso a la Categoría A que ha de ser ampliada a ocho clubs para la temporada próxima y en estos cuatro puestos de ascenso entran en juego el Badalona y el Sabadell que han resultado colistas del Campeonato.

En cambio en lo que afecta al descenso a la Preferente, los clubs de la Categoría B han sido egoistones, ofreciendo una generosa ampliación con un añadido de cuatro puestos más para ampliar el grupo con vistas a la temporada próxima, librándose del descenso invitando a los clubs de la Preferente a que entre sí, en un grupo de seis entre los mejor clasificados, eliminen por puntos a dos de ellos y pasen los cuatro vencedores a engrosar sus grupos.

Pero Badalona y Sabadell no aceptaron porque seguían corriendo el riego de descender, mientras que los últimos clasificados de la Serie B se libraban de ello. Los equipos de Segunda Preferente tampoco quedaban satisfechos con esta propuesta. Estos enfrentamientos trajeron como consecuencia la dimisión del delegado de Primera A, el señor Roca, que fue sustituido por el doctor Güell.

Con la tensión en el ambiente el Comisariado de Educación Física y Deportes se frotaba las manos. Sabía que la supuesta Liga Catalana con catorce equipos solo acrecentaría las deudas de los equipos profesionales tanto por las flojas recaudaciones en los partidos contra rivales muy inferiores como por el número de desplazamientos, dado que el radio de acción se ampliaba en muchos kilómetros.

Parecía que no había otra alternativa, pero no se contaba con el irreductible José Rodríguez Tortajada. El presidente del Valencia FC, aprovechando un partido amistoso entre el Barcelona y el Valencia en la Ciudad Condal reiteró la oferta de un torneo entre catalanes y valencianos. La idea de montar una competición valencianocatalana cobraba cuerpo según El Mundo Deportivo del 8 de enero de 1937:

En este punto, días después, no hace muchos, se juega el Barcelona-Valencia en Las Corts y de nuevo los valencianos aprovechan el viaje para volver a poner sobre el tapete la cuestión del Torneo Cataluña-Valencia, dando ciertas garantías económicas a los clubs catalanes. Los seis de la Primera A estudiaron conjuntamente el proyecto de nuevo cuño y presentaron a los valencianos las condiciones en que participarían en dicho Torneo. Y, a estas horas, es casi seguro que los valencianos han dado su conformidad y la fecha del 24 de los corrientes para dar comienzo al mismo.

El cambio de estrategia de los clubs valencianos, que aceptaron pagar a los catalanes una compensación económica por los desplazamientos provocó un cisma entre los equipos catalanes:

Como es lógico los de la Primera B están que muerden, pues de no jugar la promoción y llevarse a efecto el Torneo Cataluña–Valencia, que lo jugarían diez clubs y terminaría el 23 de mayo próximo -¡nada menos!- quedarían poco menos que en paro forzoso, ya que los cuatro últimos clasificados de su categoría se librarían de la quema jugando la promoción con los seis mejor clasificados de Segunda Preferente.

De nuevo el tema de las promociones se convertía en el principal obstáculo. Y sería el detonante para que reapareciese Ramón Eroles, tratando de dinamitar -¿seguía instrucciones del Comisariado?- el acuerdo entre clubs valencianos y catalanes:

Por si esto no fuese una razón de bastante peso, queda también una nota que la Federación Catalana ha remitido a los clubs en el día de ayer, dándoles cuenta de algunos acuerdos tomados en la reunión celebrada por el Consejo directivo el miércoles último y en la que se dice:

“Torneos de promoción. También es acuerdo del Consejo directivo empezar los torneos de promoción en las diversas categorías una vez terminados los partidos de los diversos grupos del Campeonato de Cataluña. Por consiguiente, dichos torneos se iniciarán el día 31 de enero o el 7 de febrero próximo, en el caso de surgir dificultades para empezarlo en la referida fecha del 31”.

También nos informamos anoche de que, por su parte, el Consejo de la Federación, en la misma reunión, tomó el acuerdo de autorizar a los cuatro clubs no afectados por la promoción para que puedan participar libremente en cualquier competición, dando por descartada ya la proyectada Liga de Cataluña.

El 9 de enero de 1937 en los locales de la Federación Valenciana de Fútbol se confeccionó el calendario de la Liga del Mediterráneo. O mejor dicho, los calendarios, porque se hizo uno con los diez equipos previstos y otro sin contar con el Sabadell y el Badalona. Este doble calendario anticipaba que los dos clubs fuertes, FC Barcelona y CD Español, estaban dispuestos a jugar la nueva competición por encima de todo, incluida la solidaridad con Badalona y Sabadell. A su regreso los seis clubs de la Serie A se reunieron con su delegado federativo e hicieron la siguiente declaración:

Los clubs de la Primera Categoría A, de acuerdo con su delegado representante, esperan que el Consejo federativo nos dará estas facilidades por no perjudicar a los clubs afectados por la promoción, que, por otra parte, saben que tienen la obligación ineludible de jugar. Tan sólo piden que sea aplazado su comienzo para que no se les perjudique en sus intereses.

Y recibieron la negativa por parte de la Federación Catalana de Fútbol que además confirmó que las promociones comenzarían el 31 de enero o el 7 de febrero a más tardar.

Este revés confirmó que la unidad entre los seis equipos de la Serie A ya venía rota desde Valencia. Sus respectivos delegados tuvieron una áspera reunión en los locales del FC Barcelona el 19 de enero. Debían resolver un dilema: seguir juntos y desacatar las órdenes de la Federación Catalana de Fútbol o abandonar a su suerte al Sabadell y al Badalona. Del final de la reunión dio cuenta El Mundo Deportivo:

Finalmente salieron los delegados de los clubs Gerona, Granollers. Sabadell y Badalona por una puerta de escape abandonando el local. Iba también con ellos el consejero federativo Güell, representante de la categoría en la Federación, y por más que intentamos obtener detalles de lo acontecido, no obtuvimos respuesta.

Y comprendimos, por las caras, que las buenas relaciones habían quedado rotas y que algo trascendental había sucedido en la reunión y que probablemente la Liga Oficial Levante Cataluña no empezaría el domingo próximo.

En efecto, quedaban arriba los delegados del Barcelona y del Español y aguardamos pacientemente su salida, que no tardó en producirse. También ellos parecían algo preocupados y si bien en principio nos recibieron con alguna reserva, terminaron por resumir en pocas palabras lo sucedido y los acuerdos tomados.

No hay en concreto otra cosa que lo siguiente: los cuatro clubs clasificados de la Primera Categoría A, disciplinados ante todo, y no queriendo perjudicar a los clubs de la Federación que se han ratificado en mantener las promociones para el día 31 del corriente sin aceptar aplazamiento alguno, han acordado, después de conferenciar con Valencia, que la Liga Oficial Levante Cataluña quede reducida a ocho participantes, para que Sabadell y Badalona puedan concurrir a la promoción.

FC Barcelona y CD Español esgrimieron la mejor excusa: su lealtad a la Generalidad Catalana y a la persona que la representaba en la Federación Catalana de Fútbol. Así lo expresaban sus respectivos delegados:

Hasta el último instante hemos defendido la participación de seis clubs considerando casi como nuestros los intereses de Badalona y Sabadell, pero viendo que no han sido aceptadas las proposiciones de aplazamiento de las promociones por las demás categorías y el Consejo federativo, cuyo presidente ostenta la representación de la Generalidad, no hemos querido ponernos en contra de la voluntad de la mayoría. Eso es todo.

Lógicamente, esa postura legalista no satisfizo en absoluto a los clubs Sabadell y Badalona que se sentían claramente perjudicados. Ambos clubs publicaron una nota conjunta aclarando lo sucedido y declarando abiertamente el respaldo recibido por el Sindicato de Profesionales del Fútbol.

Porque, efectivamente, hasta este momento el Sindicato de Profesionales del Fútbol se había mantenido un tanto en la retaguardia. Desde el principio se había manifestado a favor del torneo con los valencianos y mientras las conversaciones fueron fructificando en una línea positiva no tomaron parte. Todo iba bien hasta que FC Barcelona y CD Español se desentendieron de CE Sabadell y FC Badalona. Entonces empezaron a hacer acto de presencia, primero en la Federación Catalana de Fútbol. Una visita de la que el 21 de enero El Mundo Deportivo daba el siguiente testimonio:

La visita a la Federación Catalana del Sindicato de Profesionales del Fútbol, de una parte era para comunicar al Consejo de la Federación que vería con gusto la participación de Sabadell y Badalona en la Liga Oficial Levante Cataluña.

Los consejeros Eroles, Güell, Pi y Peiró, que les recibieron, procuraron hacerles ver que la posición del Consejo en este asunto no tenía nada de ilegal y que se habían limitado a dar cumplimiento a la voluntad de los clubs de las distintas categorías, que pedían el comienzo de las promociones inmediatamente después de terminado el Campeonato de Cataluña, y a esto, y no a otra cosa, se había limitado su gestión.

Parece, sin embargo, que los visitantes no quedaron satisfechos con las explicaciones dadas por el Consejo federativo. Formaban la comisión visitante Caicedo, Zabala, Franco, Betancourt y Cangrós y salieron de la presidencia sin haber llegado a un acuerdo, existiendo la impresión de que es muy probable que el Sindicato quiera intervenir directamente a favor del Sabadell y el Badalona para que concurran a la Liga por encima de todas las disposiciones oficiales y hacer que sean aplazadas las promociones.

Esto de un lado. Por otra parte, el consejero Güell, después de haber cambiado impresiones con el Badalona y los delegados de los clubs que se hallaban en la Federación, pero no pudieron hacerlo con el Gerona y el del Barcelona por hallarse ausentes en aquel momento, se nos ha dicho que puso en conocimiento del Consejo federativo, aunque deseando que se mantuviera en secreto su actitud hasta que pudiera dar conocimiento de ello a Barcelona y Gerona, que dimitía el cargo por el cual fue elegido hace unos días precisamente.

Este punto, que oficialmente no hemos podido comprobar, pero que según se nos ha dicho es cierto, obedece a una cuestión de delicadeza por parte del compañero Güell, quien, al parecer, no considera muy de acuerdo con su intervención como consejero en este asunto, los cambios de criterio que en pocos días se han manifestado en los clubs de la categoría por él representada.

La marejada que el martes pasado se produjo en la reunión de la Primera Categoría A continuó ayer con intensidad en la Federación de Fútbol. Veremos si el buen sentido se impondrá finalmente y si se encauzarán las cosas con la debida serenidad, ya que en los momentos actuales no parece muy procedente complicar la marcha del fútbol profesional, sino, por el contrario, allanarle todos los obstáculos en beneficio de aquellos que más interesados están para que no se entorpezca su trayectoria.

Bien se avisaba desde El Mundo Deportivo que no eran tiempos favorables como para forzar la situación para el fútbol profesional.

Con la intención de dar una respuesta conjunta e irrevocable del sector de trabajadores del fútbol se convocó una asamblea extraordinaria para el siguiente sábado día 23 en los locales de la UGT, calle Diputación 277, bajo.

Afortunadamente en El Mundo Deportivo del 24 de enero se publicó una crónica pormenorizada de la asamblea, con lo que nos podemos hacer una idea de que los intereses enfrentados ya habían alcanzado al seno del propio Sindicato:

Ayer tarde tuvo lugar en un local de la UGT sito en la calle Diputación la asamblea del Sindicato de Profesionales del Fútbol, convocada para resolver el caso de la posible participación de Sabadell y Badalona en la Liga Oficial de Cataluña y Levante y el comienzo de las promociones acordado para el día 31 por la Federación Catalana.

Con asistencia de un centenar de asociados empezó la reunión ocupando la mesa los miembros del Consejo Directivo del Sindicato, Caicedo, Zabala, Ramón, Franco, Betancourt, Solé, Cangrós y Vantolrá, presidiendo Caicedo, el cual dio por empezado el acto poniendo en antecedentes a los reunidos, de las causas de la convocatoria. Advirtió a todos que habiendo notado que muchos jugadores iban ya aleccionados por sus clubs el deber de todos era recapacitar y darse cuenta de la importancia de la reunión.

A continuación, Zabala dio lectura de un resumen en el que se detallaba la gestación del pleito planteado por la disposición federativa de dar comienzo a las promociones y el perjuicio que con ello se causa a Badalona y Sabadell así como la postura del Consejo del Sindicato al ponerse al lado de estos clubs en convencimiento de que les asistía la razón en pedir que no se les excluya de la competición levantino-catalana.

Fueron leídas unas cartas de Sabadell y Badalona dirigidas al Sindicato pidiéndole que les apoyase en defender sus intereses dañados por el perjuicio que representaba esto para sus jugadores y dio cuenta la presidencia de una visita hecha a la Federación Catalana del Sindicato a favor de la participación de los dos clubs en el torneo liguero y de las explicaciones dadas por el Comité de la Federación aclarando que se ha limitado en todo a dar cumplimiento de las disposiciones tomadas por los propios clubs de las distintas categorías. También dijo Caicedo que la Asamblea había sido convocada por sugerencia de la Federación al objeto de conocer el criterio de los Profesionales del Fútbol y acatar su decisión en definitiva. Recalcó Caicedo que el asunto a resolver era grave y que de él dependía quizás la eficacia del Sindicato. Quelas promociones nunca se han jugado en esta fecha y que procedía dar facilidades a Badalona y Sabadell buscando una fórmula que bien podría ser el aplazamiento de las promociones jugando los clubs de las demás categorías una Liga Catalana.

Intervino Vilaseca, del Martinenc, diciendo que no comprendía como de la aprobación o no del punto de vista del Consejo del Sindicato, ya que si se iba a una votación y una mayoría de votos imponía un acuerdo no podía esto dar ligar a quebranto alguno para ella. Dijo además que si defendían los intereses de los jugadores de Sabadell y Badalona olvidando que los demás clubs de las distintas categorías son en mayoría y se verían privados de jugar hasta la terminación de la liga levantina competiciones de interés.

Caicedo insiste en la proposición de una Liga Catalana, replicándole Vilaseca que una liga de esta naturaleza tendría el carácter de una serie de partidos amistosos sin objeto alguno y con gastos de desplazamiento que llegarían a cubrirse y que lo procedente sería jugar ahora la promoción.

Schild del Badalona manifiesta que el Consejo del Sindicato no merecía quedar en situación difícil por haber apoyado a Badalona y Sabadell y que todos debían apoyarlo. Añadió que Vilaseca miraba las cosas desde su club, pero que ignoraba los gastos que lleva hechos el Badalona en su campo y que el Campeonato de Cataluña no ha dado el rendimiento que ahora podía dar una competición de liga oficial. Que era muy justo que se diera a Sabadell y Badalona facilidades ya que ellos no se negaban a jugar la promoción.

Interviene Sánchez, exdirigente del Sindicato, diciendo que dentro de tres meses nadie sabe lo que puede suceder y que es preciso por ello resolver la fórmula que beneficie a un mayor número de asociados. Cree que el perjuicio es mucho mayor que Sabadell y Badalona concurran a la liga, dejando en cambio para más adelante las promociones. Dice además que poca diferencia hay de Sabadell y Badalona a los clubs de las demás categorías porque también sus jugadores no son profesionales completos y que no ve el perjuicio que puede reportarles jugar ahora la promoción.

Gracia, del Sabadell, contesta que en su club hay por lo menos cuatro o cinco profesionales netos.

Sánchez propone que los demás socios del Sindicato, si el jugar la promoción puede causar perjuicio económico a los jugadores de Sabadell y Badalona, abonen una cuota especial que pueda cubrir lo que no alcancen los sueldos que dejen de percibir. Ante una intervención de la presidencia, dice que no ve el porqué pueda el Sindicato decidir si se vota en contra y que todavía saldrá fortalecido según sea el resultado de la votación.

Intervienen los entrenadores Santpere y Bru para apoyar al Consejo Directivo en su gestión. A preguntas de Bru, dice la presidencia que el Barcelona les remitió una carta dándoles cuenta del acuerdo tomado de prescindir de Badalona y Sabadell para jugar la liga, habiéndose antes acordado que serían los seis clubs del Grupo A los que tomarían parte de ella.

Pedrol pide la palabra para defender la posición del Barcelona. Dice que su club apoyó hasta el último momento la participación de seis clubs, apurando todos los medios, pero que este apoyo como era lógico había de tener un límite. No podía el Barcelona, ante la disposición federativa de que jueguen las promociones, colocarse al lado del Sabadell y Badalona y en contra de los demás clubs de la Federación cuyos intereses le son tan estimables como los de aquellos.

Bru pide le aclaren si la Federación para tomar acuerdos relacionados con la competición de liga pidió la aquiescencia del Sindicato y dice que los jugadores no deben olvidar que en todo caso la Federación representa unos intereses “patronales” y que los jugadores no deben olvidar esto, para imponer sus derechos.

Se produce un pequeño lío y Franco se ve obligado a intervenir para poner orden indicando que se abstengan de pedir “palabras previas”.

Buj, del Sabadell, dice que hay que mirar el beneficio de todos y que si en temporadas anteriores se hacía una liga al terminar el Campeonato de Cataluña, que no es justo no se reconozca a Sabadell y Badalona el derecho que tienen de jugarla también ahora.

Hay varias intervenciones algo embarulladas. Cristiá, del Badalona, dice que lo que importa es defender los intereses del Sindicato y que deben tener en cuenta que la reunión que se está celebrando no es más que una “maniobra” de la Federación contra el Sindicato de jugadores.

Por fin surge la proposición de una votación. Sánchez interviene diciendo que sea cual sea el resultado de la votación que no se diga que en él se ha ido contra nadie. Además recoge unas palabras de Bru diciendo que la Federación está presidida por un representante de la Generalidad, que esto no hay que olvidarlo y que el momento presente no es muy apropósito para intentar un “acto de fuerza” contra aquel organismo y mucho menos para un asunto como el que se debate.

Vantolrá aclara que la Federación aceptará sin duda lo que los profesionales del fútbol decidan en la asamblea.

Hay varias intervenciones y Zabala se levanta finalmente para decir desde la mesa que los clubs de la primera categoría que volvieron atrás en sus acuerdos desplazando a Sabadell y Badalona no tuvieron en cuenta el parecer de sus jugadores y que estos debieron ser consultados y que todo junto, clubs y Federación, ha sido como una puñalada que se ha pretendido dar al Sindicato en la forma hábil de llevar este asunto.

Bru cree que la Federación reconoce su error desde el momento que dice aceptará lo que el Sindicato decida y que lo que procede es avalar la gestión del Comité del Sindicato.

No hay manera de llegar a un acuerdo y en medio de una verdadera confusión surge una proposición incidental de Sánchez, que Caicedo lee a la asamblea. La proposición es de aplazamiento del acto por no haber sido convocado con los tres días de anticipación que exige cierto artículo del reglamento. Sánchez aclara que la reunión podrá ser aplazada para el martes próximo ya que es muy tarde para resolver un asunto en el que el acuerdo resulta tan problemático.

Cristiá, en contra, presenta una proposición en el sentido de que se conceda un voto de confianza al Consejo para  que busque una fórmula que resuelva el conflicto sin dañar a la segunda categoría.

Vilaseca insiste que no hay fórmula posible si se perjudica a una gran mayoría de jugadores para favorecer en cambio a dos clubs solamente.

El debate aumenta en vivacidad y acaba en un diálogo entre Franco y Vilaseca en el que no consiguen convencerse mutuamente en sus puntos de vista.

Dámaso insiste en que sea aplazada la asamblea como pedía Sánchez. No se accede a ello y la mesa propone votar la proposición de confianza al Comité para que obre como le parezca mejor en el sentido de no lesionar los intereses de Badalona y Sabadell, ni tampoco los de los demás clubs.

Los jugadores no perteneciente a la Primera Categoría A se retiran al fondo de la sala, mientras van votando los de aquel grupo.

Hecha la votación, el Consejo da cuenta de que le ha sido otorgado el voto de confianza por treinta votos a favor y ninguno en contra, levantándose la sesión.

La Asamblea había sido caótica. Pese a que el presidente, el entrenador españolista Patricio Caicedo, mostró una postura favorable a la participación de Badalona y Sabadell en la Liga del Mediterráneo, pronto el debate se le escapó de las manos puesto que, al igual que en la Federación Catalana de Fútbol, surgieron los intereses particulares de los demás clubs. Llamaba la atención el supuesto compromiso del presidente incautador, Ramón Eroles, de aceptar la decisión del Sindicato, fuere la que fuere. Pero estuvo más listo Alberto Sánchez, exsecretario del Sindicato y jugador del Barcelona, al recordar que la asamblea no cumplía uno de sus requisitos reglamentarios y por lo tanto no sería válido acuerdo alguno. Con ello evitaba que el Sindicato se pronunciase oficialmente sobre el caso, aunque el Consejo Ejecutivo, al menos ganó un voto de confianza para negociar en representación de todos. En otras palabras, no se había adelantado nada porque es lo que se había estado haciendo hasta ese momento.

El Consejo directivo del Sindicato, armado con ese voto de confianza asambleario, tuvo al lunes siguiente una reunión previa para fijar estrategia y seguidamente se desplazó a los locales de la Federación Catalana de Fútbol y negociar con su directiva. Esto fue lo que pasó, según El Mundo Deportivo:

Estaban presentes en el local los consejeros Guardia y Peiró y ausente el presidente incautador, señor Eroles y el consejero Pi.

Los representantes del Sindicato conferenciaron durante largo rato con los federativos y fueron llamados a la secretaría los delegados de Sabadell y Badalona.

Al parecer la ponencia sindical les invitó, en busca de la ansiada fórmula a que accediesen a jugar la promoción pero hubo por parte de los requeridos una actitud irreductible que hizo imposible todo acuerdo.

Hoy vuelve a reunirse el Comité Ejecutivo del Sindicato y la pelota continúa en el tejado, esperando los numerosos clubs de las distintas categorías afectadas por la promoción y los cuatro de primera categoría a que se encuentre una solución a gusto de los clubs Badalona y Sabadell que se consideran dañados en sus intereses.

Por su parte, los cuatro clubs catalanes libres de promoción confirmaban que el próximo fin de semana empezarían la competición levantinocatalana sin Badalona y Sabadell.

Esta noticia dejaba al Sindicato en muy mal lugar. El caso era que ya no tenía fuerza porque estaba roto por su mitad. El domingo 24, un día después de la caótica asamblea, se había jugado un Español-Barcelona amistoso que permitió un intercambio de opiniones entre los jugadores de ambos equipos. Posteriormente se reunieron y acordaron, a favor de sus intereses personales, ratificar las decisiones que habían tomado las juntas directivas de sus respectivos clubs. A su vez, los jugadores del Badalona y miembros del Consejo Ejecutivo del Sindicato habían puesto su cargo a disposición del presidente. Era la comprobación que en la Serie A había dos niveles: los profesionales absolutos y los profesionales a medias y no compartían los mismos intereses.

Finalmente, el Sindicato de Profesionales del Fútbol publicó en El Mundo Deportivo con fecha del 28 de enero la siguiente nota:

Ya se conocía el documento firmado por nuestros seis primeros clubs, para tomar parte en el torneo con Levante. Inmediatamente, otro acuerdo tomado en la Federación, obliga a Badalona y Sabadell a jugar las promociones acordadas, eliminándoles por lo tanto del Torneo con Levante.

Creado este conflicto, el Comité ejecutivo, tras detenido estudio, consideró que es un acto de injusticia el que se ha cometido con estos dos clubs, y acuerda defenderlos con todo entusiasmo para que el pacto firmado sea respetado.

El conflicto va adquiriendo grandes proporciones y el Comité resuelve hacer una visita a la Federación, con el fin de conocer más a fondo el problema. En esta entrevista sacamos la consecuencia de que la Federación no ha intervenido para nada y por ello todo sigue en la misma tesitura.

Esta delicada situación nos obligó a celebrar una Asamblea extraordinaria, teniendo en cuenta que, a pesar de que reglamentariamente el tiempo de diez días que marcan nuestros estatutos no podía usarse por falta del mismo, consideramos que la gravedad del momento nos obligaba a presentarnos ante nuestros afiliados y que fuera la Asamblea la que considerase la validez o no de la misma.

A pesar del voto de confianza que obtuvo este Comité en dicha Asamblea, acordamos, en vista del desarrollo de la misma, que esta fuera considerada como no válida. Previa nueva reunión, se hizo una última visita a la Federación Catalana. En esta reunión se conocieron datos, aportados por el camarada Guardia, que desconocíamos, pero que, en definitiva, no resolvían tampoco el problema.

En vista de los resultados obtenidos, se acuerda tomar una determinación definitiva en el sentido de prescindir, por el momento, de todo cuanto no sea el bien general.

Se mantiene el punto de vista de que se ha cometido, por parte de un sector futbolístico, un acto de indelicadeza.

Que en vista de que el conflicto actual no tiene solución completa, y de que en los actuales momentos una determinación enérgica causaría un perjuicio incalculable a toda la colectividad, se acuerda que, como mal menor, jueguen la promoción el Badalona y el Sabadell, sin olvidar de que en caso de que estos dos clubs salieran perjudicados en sus intereses monetarios, nos pondremos inmediatamente a disposición de los mismos incondicionalmente en el sentido de reparar dichos perjuicios.

Este acuerdo se toma por unanimidad, con la salvedad de los camaradas Ramón y Betancourt, que por razones de delicadeza, se abstienen de votar y ofrecen sus cargos al Comité.

El secretario: José Luis Zabala.

La nota, además de hacer un resumen del recorrido hasta el momento en el conflicto, tiene un aire más que de resignación, de derrota. La dimisión de Ramón y Betancort era la confirmación del fracaso del Sindicato en su actuación como tal y se agravaba con la nota conjunta que publicaron las directivas de Badalona y Sabadell:

Que la primera actuación pública del Sindicato de Profesionales del Fútbol deja en situación bien equívoca a su Comité ejecutivo que consiente y ampara –aunque con el paliativo de aceptarlo como mal menor- la injusticia cometida con dos clubs que por su historial eran merecedores de un trato bien diferente.

Y sucedió que…

  • el 31 de enero de 1937 se jugó la primera jornada de la Liga del Mediterráneo con ocho equipos.
  • el 3 de febrero en la reunión en los locales de la Federación Catalana de Fútbol de los equipos implicados en la promoción se les comunicaba que la Serie A sería ampliada a ocho equipos y por tal motivo Badalona y Sabadell no pondrían en juego sus plazas sino que participarían en el torneo de manera amistosa siendo puntuables solo los partidos entre los cuatro equipos de la Serie B que aspirasen a ganar las dos plazas para completar la ampliación…

Tanto discutir sobre las promociones para acabar en que no se jugarían. Como decía el Borracho de Luces de Bohemia: ¡cráneo prevelegiado!

(continuará)

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