
Siempre es triste despedir a quienes formaron parte de nuestras vidas. Más, si cabe, cuando quien se nos va, como ocurre con el mayor mito argentino desde Carlos Gardel, un día llegó a acariciar el cielo. Los medios, en sus apresuradas crónicas de urgencia, se decantaron mayoritariamente por la búsqueda de adjetivos que definieran lo…